En estos días estuve en una tertulia musical. Lamento no saber de este tema. No tengo oído, tengo orejas para poder ponerme los anteojos, pero de música, nada.
Sin embargo, pasé un rato muy agradable y espero volver a esta tertulia de amigos y de verdaderos conocedores del tema. Espero que a mi edad pueda aprender algo.
Entre los temas tratados en tan agradable reunión vimos y recibimos explicaciones y comentarios sobre el dividí de un concierto de la Filarmónica de Medellín, el tenor lírico ligero peruano, Juan Diego Flórez , el coro compuesto por miembros de las corales de la Universidad de Antioquia y de Eafit, y el gran director italiano Alejandro Vitiello.
Este espectáculo fue patrocinado por la Gobernación de Antioquia, con gran éxito. Un concierto digno de cualquier teatro del mundo. Un solo de violín ejecutado por el violinista Ospina que mereció ovación cerrada del público, los coros felicitados por el mismo tenor Flórez y la dirección y la orquesta como lo mejor. Tenemos mucho que mostrar.
Varios de los asistentes a la tertulia estuvieron en aquella oportunidad también en el Teatro Metropolitano y comentaron que no escuchaban bien algunas notas o tonos de la voz, o de la orquesta.
Esto se debe, sin ninguna duda, a la falta de elementos dentro del teatro para mejorar la acústica. Mencionaron, por ejemplo, la falta de un panel, o pantalla reflectiva del sonido encima del foso de la orquesta y algunos otros elementos para mejorar la igualdad del sonido en todas las áreas del teatro, sin que se presenten las sombras que hay ahora.
Es una lástima que esto pase en un teatro tan importante y necesario para Medellín y que ocurra en esta obra que fue hecha con todo el esfuerzo y empeño de muchos buenos antioqueños. Pienso que la Alcaldía, la Gobernación y, por qué no, el Banco de la República y el Ministerio de la Cultura podrían hacer algo.
Además, recordemos que el 18 de agosto se cumplirán los 25 años de tener Medellín tan importante obra como es el Teatro Metropolitano José Gutiérrez Gómez.
Espero que celebremos esta fecha con un teatro que cuenta con el mejor de los sonidos en todas sus áreas.
Otra cosa: me sigue preocupando el tráfico en Medellín y las congestiones que generan los transportadores de buses en toda la ciudad. Pienso que si se llegare a prohibir que los buseros esperen en los paraderos de buses, o en cualquier parte como lo hacen ahora, hasta el último pasajero, generando congestiones, buena parte de las molestias se acabarían.
Hay que hacer que el pasajero nunca encuentre el bus en el estacionamiento. Que sea el pasajero quien espere el bus y no el bus que esté esperando a los pasajeros.
Con esto ganarían los transportadores, ya que los buses harían un recorrido más rápido y eficiente y, a la larga, se necesitarían menos buses transitando por las calles de la ciudad.
Con las esperas tan prolongadas se genera un lucro cesante de los equipos de buses de grandes proporciones.
Racionalicemos el transporte colectivo y, en esa forma, lograremos una mejor circulación en la ciudad.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6