Seguramente es mucho decir una nueva Santa Fe de Antioquia. Siempre será una ciudad colonial, nada nueva, si la sabemos cuidar. Decía Fernando Gómez Martínez que esta ciudad se había conservado gracias a la pobreza de su gente. Era tan pobre la comunidad que su gente no había tenido dinero para "modernizar" las fachadas ni para hacer arreglos en sus casas, arreglos que hubieran acabado con ese conjunto colonial que ahora muestra la ciudad.
A pesar de lo dicho, sí hubo muchos intentos, en los últimos años, de cambiar ese conjunto armonioso de ciudad, pusieron en las fachadas unos colores modernos que golpeaban la vista hasta de los más desprevenidos, quitaron los aleros de los techos para prolongar los muros de las mismas fachadas, los avisos de los negocios afeaban el conjunto de la plaza principal, pusieron unos zócalos que nunca existieron en esas casas, en fin, estaban acabando con el encanto de la ciudad capital del departamento que lo fue hasta 1826.
Unos soñadores se juntaron y crearon una junta cívica para trabajar por la recuperación y el mejoramiento de Santa Fe de Antioquia, con la activa colaboración del señor alcalde. Tanto que nombró al presidente de la junta, Alonso Monsalve, como Alcalde Cívico de la ciudad. Así, con el entusiasmo de estos ciudadanos, el mismo Alonso, Juan Ramón Villa, el alcalde Emel Leal Sarrazola y otros desinteresados colaboradores, hoy podemos ver la transformación positiva que se desarrolla con todo éxito. Se recuperó el blanco en las fachadas, se insinuaron unos colores coloniales para puertas y ventanas, se están cambiando los avisos luminosos y de colorines de los negocios por unos de acuerdo con la época del nacimiento y crecimiento de la ciudad.
Los parques están recuperando un aspecto más amable con jardines organizados, palmeras y árboles tropicales. Los monumentos de las plazas vuelven a tener el color del bronce. Todo esto pensando en una ciudad turística que se merece la visita de aquellos que admiran y respetan las ciudades coloniales. No el turismo dañino que sólo quiere la música estridente, el licor y hasta el escándalo en las calles.
Gracias al señor alcalde, a la junta cívica, al alcalde cívico, Alonso Monsalve, y a Juan Ramón Villa que se han dedicado con entusiasmo a hacer de Santa Fe de Antioquia la ciudad que el turismo y los turistas necesitan.
Otra cosa: Me pregunto ¿qué hubiera pasado si el Presidente Uribe se hubiera presentado a una reunión internacional con la vestimenta que le vimos al Presidente Chávez? Una periodista colombiana lo justificó diciendo que el Presidente venezolano era muy aficionado al béisbol y que ese era el uniforme de su equipo preferido. Me pregunto: ¿qué hubiera pasado si fuera aficionado a la natación? ¿Se hubiera presentado con una tanga de esas que llaman narizonas?
Una segunda cosa: no entiendo cómo el presidente del Senado no se ha dado cuenta de que Colombia es otra, que ha mejorado en todos los aspectos, que no es la tercera peor de toda la América. Se quiso lucir frente a los mandatarios extranjeros al mostrarse bien enterado de lo que los enemigos del Presidente Uribe y de Colombia predican. Lo que mostró fue el cobre y su parroquialismo al pedir todo para la Costa. Desde hace ocho años vivimos en un país distinto gracias a Uribe, y Benedetti, a pesar de ser legislador, no se ha dado cuenta.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6