Comienza a correr el reloj para la negociación entre Tigo Colombia y Une para que, antes de que finalice mayo, ambas compañías firmen un acuerdo vinculante de cara a una potencial integración de sus operaciones y competir juntas en el concentrado mercado de telecomunicaciones.
Y lo pueden hacer después de que ayer a la madrugada el Concejo de Medellín aprobó por 11 votos a favor y nueve en contra, más una abstención, el cambio de naturaleza jurídica de Une a sociedad mixta por acciones.
De esa manera, Une EPM Telecomunicaciones podrá absorber el 50 por ciento de propiedad que tiene la sueca Millicom en Colombia Móvil-Tigo.
El vocero de la multinacional sueca y presidente de Tigo Colombia, Esteban Iriarte, habló con El Colombiano sobre la hoja de ruta para que la potencial fusión por absorción que hará Une de la operación en Colombia de Millicom sea una realidad para inicios de 2014:
¿Cómo recibe la aprobación del Concejo de Medellín que abre la vía a la fusión?
“Lo recibo con mucha alegría por el país y por la industria, porque es el camino correcto. Además lo recibo con optimismo porque Millicom posiblemente será quien pueda fusionarse con Une EPM Telecomunicaciones. También los jefes están muy contentos y esperando que podamos dar el próximo paso y consolidar una relación con Une que comenzamos hace seis años”.
Justamente, ¿cuál es el camino para esa fusión?
“Lo primero está hecho, al Concejo permitir a Une entablar conversaciones con otras compañías. En el transcurso de las próximas dos a tres semanas esperamos lograr un acuerdo que sea vinculante, recordando que ya teníamos un memorando de entendimiento no vinculante, firmado en febrero pasado”.
¿Cuáles son los puntos fundamentales a negociar?
“Muchos ya los introdujo el Concejo de Medellín como porcentaje accionario (mayoría de EPM), composición de Junta Directiva (mayoría calificada) y prima de control (por administrar la compañía). También hay otros temas claves como el precio de la transacción en sí misma, el monto de esa prima de control hasta el traslado a Medellín (Tigo tiene sede en Bogotá), entre otros que nos concentrarán en las próximas semanas”.
¿Y a partir de ahí?
“Continuar con las autorizaciones regulatorias y gubernamentales, mientras hacemos una preparación con los equipos de trabajo, entender las culturas de cada una de las compañías para no perder el valor que tienen y tratar de construir juntos un futuro mejor centrado en el cliente”.
¿Las condiciones aprobadas por el Concejo cambian las valoraciones previas para la potencial fusión?
“Nunca nos sentamos con Une a cruzar números y entablar condiciones, si bien tenemos ideas generales y cifras similares. Lo que hay ahora no son cambios drásticos, sino pequeños ajustes que haremos acorde a lo definido por el Concejo”.
¿Para cuándo estima que estará protocolizada la fusión?
“Espero que a principios del año que viene estemos trabajando en una sola compañía”.
¿Qué es lo más clave en ese plan de integración que podrían emprender?
“Las barreras son fáciles de superar cuando el entrenamiento es duro. El desafío mayor para este año es entender las diferencias culturales de ambas compañías, entender las necesidades de nuestros clientes y las oportunidades de mercado que tenemos. Hay que preparar un plan coherente y sostenido en el tiempo será lo que más tiempo nos tomará este año”.
Si hay fusión y Millicom opera la empresa transformada, ¿qué decirle a los empleados de Une?
“Les digo que cuando llegamos a controlar la operación de Colombia Móvil, en 2006, había menos de 1.700 empleados, pasaron 6 años y hoy tenemos casi seis mil. Hemos brindado oportunidades de capacitarse, viajar a otras operaciones, realizar sus sueños. Para nada hemos achicado la operación. Además las sinergias no están ahí, como lo han hecho notar las consultoras que han acompañado el proceso. La única preocupación para la familia de ambas compañías es cómo adaptarnos rápido a una industria cambiante”
De otro lado, ¿qué decirle a los concejales que insisten en que es Tigo la que necesita a Une y no al contrario?.
“No niego que Tigo necesita a Une, pero creo firmemente en que también Une necesita a Tigo. Realmente no es una cuestión de marcas, el negocio fijo requiere una plataforma móvil y viceversa. Apelo a una analogía que escuché en el mismo Concejo: a Une y Tigo nos toca hoy correr una carrera de 100 metros con una sola pierna y competimos contra otras dos empresas que tienen las dos. Por eso necesitamos construir un solo cuerpo para competir en igualdad de condiciones”.
También hasta último momento algunos corporados reclamaron que cómo puede ser buen socio Millicom, si no ha pagado la plata que le debe a EPM en Colombia Móvil...
“No es que no les paguemos a los accionistas, no es una decisión de Millicom, sino de ellos de mantener la deuda. Hay que tener en cuenta que en 2006, cuando Millicom tomó el control de la compañía, el nivel de deuda era 19 veces su ebitda (utilidad antes de impuestos, intereses y demás). En el año en que tenía que refinanciarse esa obligación con los accionistas, el nivel de deuda permitía acceder a otras fuentes de crédito, y para la compañía era lo mismo deberle a ellos que a los bancos”.
Como Millicom, ¿ha tenido que pasar por experiencias similares a la vivida en el Concejo de Medellín?
“Cada país tiene sus particularidades. En general, son debates profundos que van más allá de las compañías o la industria de telecomunicaciones; son debates con componentes de posturas ideológicas, desde los que se aferran a su idea, así no le vean mucho futuro, hasta los que están dispuestos a cambiar, con el desafío que eso implica. Pero siempre son debates enriquecedores”.
¿Qué lecciones saca de este proceso particular?
“Fue una clase de democracia con discusiones abiertas y genuinas sobre las posibilidades de Une. Fue muy interesante escuchar y ver cómo una ciudad como Medellín resuelve sus conflictos con altura y madurez”.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6