Esto es una aventura desde cuando el médico nos da las palmadas en las nalgas al salir a la luz del día, hasta el momento en que esa misma luz del nacimiento no la volvemos a ver nunca.
Por algo decía Herman Hesse que es más fácil vivir que ahorcarse, así la frase sea un tanto complicada. Al fin frase de alemán. Y esto de que vivir es peligroso lo vengo sintiendo desde hace muchos años cuando en Dabeiba encontré una avenida adornada con unas flores moradas, repolludas, creo que eran hortensias, y de las que me contaron que contenían cianuro.
Claro que nadie se las comía, o al menos no me contaron nada. Y la historia aquella la vuelvo a sentir en estos momentos cuando veo una frase que dice escuetamente: camarones más vitamina C = arsénico, claro que muy poca gente consume un menú como ese. Además conviene saber qué cantidad de vitamina c hay que ingerir con los camarones para irse en busca del túnel con su luz de felicidad al fondo.
Por las dudas, es mejor comerse los camarones solos... o con una buena amiga que no consuma ni siquiera una naranjada, porque después resulta que un simple o bien aliñado seviche se convierte, por obra y gracia de una gaseosa, en un crimen pasional.
PAUSA. Lo mejor de vivir solo es que siempre tiene la razón.
PRECIOS. Claro que uno se asusta y sonríe y hace caras raras cuando le cuentan que una habitación de esas que hay en el misterioso oriente puede costar diez millones de pesos para dormir una sola noche. Duerma o no duerma, o con un ronquido al lado. Y si lo de la habitación le resulta casi una mentira de las mil y una noches, pero es una sola noche, lo de las comidas es otro desbordamiento de la economía.
Piense usted en una cosa que se come al almuerzo o a la comida o a la cena, como dicen los que ya olvidaron que sus abuelos fueron campesinos que "comían", no que cenaban. Piensen en el caviar Alma Diamante, piense en ese caviar y desmáyese cuando le digan que se acaba de comer un plato que le cuesta 50 millones de pesos.
Claro que hay platos más baratos como las trufas blancas por las que le cobran sino 30 millones de pesos si se almuerza un plato de ellas. Y si quiere pasar por limosnero en ese famoso hotel de la vela blanca, pida Nuez Macadamia y saldrá "fácilmente" del paso. No le cobrarán sino 500 mil pesos. Claro que el mesero pensará que esa es la propina....
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