El deterioro de la rentabilidad de las plantaciones bananeras de la región de Urabá por la revaluación del peso llevó a unos empresarios a pensar en nuevas alternativas para poner a producir esos terrenos. Y la herramienta estaba a la mano: la nueva ley de zonas francas (Ley 1004 de 2005), que ofrece estímulos fiscales a los inversionistas y a las empresas que allí se establezcan.
Entonces, se empezó a gestar un ambicioso proyecto para que la región tuviera su zona franca y, tras un año de gestiones, fue autorizada por la Dian mediante resolución 05423 del 20 de junio pasado, como zona franca permanente multipropósito, abierta a todo tipo de industrias.
Cuando esté en funcionamiento, un empresario solo tardará unos 15 minutos para llevar sus mercancías de exportación desde la planta de producción hasta los embarcaderos de Nueva Colonia o de Zungo.
Jaime Henríquez Gallo, empresario bananero y gestor de la iniciativa, destaca, de entrada, que la inversión estimada será de 270.000 millones de pesos, de los cuales la sociedad promotora (Agrícola Santamaría Apartadó) invierte unos 23.000 millones en las primeras obras de infraestructura y urbanismo -adecuación de terrenos e instalaciones-. Y señaló que se trata de un paso importante para diversificar las exportaciones de la región, tradicionalmente vinculadas al banano, el plátano y otros productos del agro.
Los 13 empleos que generaba una plantación bananera de 26 hectáreas (entre los parques Los Encuentros, de Comfenalco y El Oasis, de Comfamiliar Camacol), serán cambiados por los 2.870 puestos de trabajo directos y más de 7.000 indirectos que se generan en la zona franca. "La difícil coyuntura bananera hace que los empresarios tengamos que buscar otros frentes alternativas de generación de empleo y de divisas", explicó Henríquez.
Como gerente Inmobiliario del proyecto ya fue designado Gabriel Santa María Villa, de reconocida experiencia en el sector y de reciente paso por Conconcreto, quien será el encargado de promover las ventajas entre los posibles inversionistas, entre ellas, la tarifa del 15 por ciento en el impuesto de renta (normalmente, es del 33 por ciento), exención del IVA y arancel para los bienes importados.
También destacó que la zona franca completará la infraestructura exportable de la región, que se verá estimulada con el puerto, con el mejoramiento de la carretera al mar, el proyecto hidroeléctrico Pescadero-Ituango, con la carretera Panamericana (le faltan 100 kilómetros en territorios de Panamá y Colombia, pero está siendo impulsada por el Plan Puebla Panamá) y con la cercanía al Canal de Panamá.
"Urabá es el puerto más cercano a Bogotá, Cali, el eje cafetero y Medellín, donde se concentran la producción y el consumo y la puerta de entrada al mercado andino", explicó el promotor.
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