Como el asesinato de una mujer -o de un hombre- es asunto que debe preocupar a todos, Pernicia Niquitao, una Verónica en la cara no es otra cosa que el grito de protesta, lamento y homenaje que La Mosca Negra emite por la violencia contra las mujeres.
Victoria Valencia, la directora de este grupo teatral, horrorizada por noticias, cercanas algunas de ellas, de maltrato, violaciones y asesinatos de mujeres a manos de hombres enceguecidos por el odio, las drogas, la rumba y en un escenario de noche, juventud, ganas de vivir intensamente o cualquier otro factor, presentó una propuesta de dramaturgia a Iberescena, una institución internacional que apoya a creadores teatrales mediante convocatorias y resultó ganadora.
"Cuando participé, antes de escribirla, la tenía muy clara, porque es un tema que siento profundamente", comenta.
Pernicia Niquitao, una Verónica en la cara, si bien es un relato de ficción, partió de acontecimientos reales. Cuenta las historias de tres mujeres asesinadas en distintos hechos, aunque con algunos aspectos en común. Una de ellas, de 16 años, a manos de su novio, a quien su madre ayudó a ocultar el crimen y el cadáver; otra, en zona rural de la ciudad, víctima en oscuros sucesos, al parecer por asunto de linderos, pero que nunca se aclararon a ciencia cierta, y una más, llamada Verónica -lo cual explica este nombre en el título-, que un hombre apuñaló en plena calle, cuando ella se negó a tener más sexo con él.
"Son esas tres mujeres, pero representan a todas las mujeres que son víctimas de abusos y violencia".
En cuanto a la estética, es una instalación en blanco, con telones blancos, tumbas blancas y muñecas. El texto no tiene diálogos, sino un relato. Un personaje central, la Ballenita, va contando los hechos, mientras se representan en escena.
"Fredy Conejo Blanco es una especie de Barba Azul que en tres días violenta y mata a las tres mujeres".
Otro personaje importante es la Ciudad, una especie de coro griego que cuenta lo que sabe y piensa.
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