Durante más de cinco décadas, Microempresas de Colombia se ha encargado de ayudar a los emprendedores del país a afianzar su futuro económico y el de sus negocios. En este tiempo ha brindado acompañamiento empresarial formación y educación financiera impulsada por un modelo de atención integral que combina el ahorro y el crédito.
Microempresas de Colombia se creó en 1970 como la Corporación Fabricato para el Desarrollo Social, y posteriormente adaptó su nombre actual. Desde el inicio, ha apoyado a los emprendimientos del país, que en su mayoría son informales. “Los asesoramos en la parte financiera, administrativa, de comercialización y diversificación de marketing a través de redes sociales. Así como las grandes empresas tienen consultorías, los pequeños emprendedores necesitan de una institución como nosotros que a partir de un diagnóstico puedan identificar sus necesidades”, dice Patricia Pérez Guerra, gerente de Microempresas de Colombia.
En este sentido, ha acompañado a emprendedores en sus proyectos de crecimiento, priorizando a las poblaciones más vulnerables y alejadas del sistema financiero tradicional para que ellos mismos cosechen el fruto de un trabajo que forje su futuro.
Sueños que crecen
“Uno de los mayores logros es que nos hemos mantenido sostenibles y estamos cumpliendo el objetivo con el que nació el proyecto: acompañar al empresario para mejorar su calidad de vida, dándole además una oportunidad al campo colombiano”, dice María Teresa Gómez Gallego, directora ejecutiva. Esta visión les ha permitido mantener un crecimiento consolidado.
En 2024, cerró con más de 120 mil asociados en alrededor de 180 municipios del país concentrados en los departamentos de Antioquia, Caldas, Chocó, Córdoba y Cundinamarca. El 78 % son ahorradores y el 24 % son prestatarios. Además, hay 479 personas jurídicas y durante el año pasado se asociaron 77. Así que no solo crecen las oportunidades, también aumenta el número de personas que puede cumplir sus sueños.
Por otro lado, gracias a la confianza de los asociados, la solidez institucional y la educación financiera, el año pasado la cartera de crédito creció un 6 %, alcanzando $187.730 millones.