Dirigentes de Latinoamérica y el mundo, incluido el jefe de la ONU y el papa Francisco, condenaron el atentado fallido el jueves contra la vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner, ocurrido una semana después de que la fiscalía pidiera su detención e inhabilitación política por presunta corrupción.
Uno de los primeros en pronunciarse fue el presidente brasilero, Jair Bolsonaro, quien escribió que le envió una nota lamentando lo sucedido. “Cuando yo fui acuchillado, hubo gente que celebró por ahí. Ya hay gente acusándome de ese problema. Menos mal que el agresor no sabía manejar armas. Si hubiese sabido, habría tenido éxito”, dijo el mandatario en una rueda de prensa.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, tampoco se quedó atrás y manifestó a través de su cuenta de Twitter que “el atentado a Cristina en Argentina es el resultado del sectarismo que se convierte en violencia. Se ha convertido en práctica latinoamericana pensar que la política es la eliminación física o jurídica del adversario, tal práctica es puro fascismo. La política debe ser Libertad”.
Tras el ataque, decenas de miles de personas se manifestaron este viernes en Buenos Aires y las principales ciudades de Argentina en repudio al atentado, con llamados a la convivencia y a terminar con la aguda polarización política.
Con carteles que decían “Basta de odio”, los manifestantes coparon la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia, en una de las más grandes demostraciones realizadas en Buenos Aires en mucho tiempo.