Chile disputa este domingo las elecciones presidenciales que definirán al sucesor del mandatario Sebastián Piñera a partir de marzo de 2022. La cita en las urnas se da en un contexto convulso que marca la agenda del país: el intento de destitución de Piñera, el proceso de la Constituyente y la irrupción de un candidato que defiende la dictadura.
La primera cita será este 21 de noviembre. Si ninguno de los candidatos alcanza la mayoría de votos, se disputaría una segunda vuelta el 19 de diciembre. Estos son los candidatos.
José Antonio Kast, el ultraderechista que defendió la dictadura
José Antonio Kast es un ultraconservador con un duro discurso antiinmigración, a quien los sondeos colocan como uno de los dos favoritos. En menos de dos meses, logró duplicar sus apoyos hasta ubicarse por encima del 20 % en intención de voto y situarse como la segunda o incluso la primera preferencia en algunas encuestas, por delante del otro favorito, el diputado izquierdista Gabriel Boric.
Fuera de Chile, los apoyos de Kast -fan del estadounidense Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro- no son pocos: el exparlamentario forma parte del Foro de Madrid, un espacio “anticomunista” creado recientemente por el partido Vox, la tercera fuerza en el Congreso de España, y que busca posicionarse en la región.
Sus promesas de cavar una zanja para evitar la migración irregular, en momentos en que la llegada de migrantes por la frontera norte se ha disparado, o su apuesta por combatir la violencia en el sur, donde existe un enquistado conflicto entre indígenas y forestales con constantes ataques incendiarios y víctimas mortales, son algunas de las razones de su éxito.
En su campaña de 2017, cuando obtuvo casi un 8 % de apoyo como independiente, Kast llegó a decir que, si Pinochet estuviera vivo, el general hubiese votado por él. Sin embargo, en las últimas semanas, ha moderado su discurso y recientemente aseguró que “cualquier persona que haya violado los derechos humanos” no va a recibir su respaldo.
Kast se ha llevado “lo bueno” de la derecha, que son sus votantes más tradicionales, y se ha librado de “lo malo”: la carga de estar vinculado a un Gobierno con baja aprobación y a un presidente al que están juzgando políticamente y que podría ser destituido.
Gabriel Boric, el joven líder estudiantil
Gabriel Boric es un diputado que comenzó su carrera política cuando era líder estudiantil. En 2011, mientras cursaba la carrera de Derecho, entró en la vida política promoviendo la educación libre, gratuita y de calidad.
Con 35 años de vida y a penas diez de experiencia política, es el candidato más joven entre los postulados al Palacio de la Moneda. Boric tomó fuerza en medio del estallido social de 2019, que resultó en el llamado a una Asamblea Constituyente que hoy está en proceso y se definiría a mediados de 2022, cuando un nuevo personaje esté en la silla presidencial.
Gabriel Boric llegó al Congreso de Diputados en 2014 como representante de Magalanes. De centro izquierda y crítico de la dictadura, tiene un importante pasado en las movilizaciones sociales que se registraron en el país durante los últimos diez años.
En julio ganó las primarias de la coalición Apruebo Dignidad, imponiéndose sobre el precandidato del Partido Comunista.
Sebastián Sichel, la carta de la derecha que perdió fuerza
El abogado de 44 años Sebastián Sichel era una de las cartas más competitivas de la derecha, pero diversas polémicas y la pérdida de apoyo del sector más conservador lo dejaron fuera del abanico de favoritos.
La victoria en las primarias de julio pasado fue su primer y hasta ahora único triunfo electoral: después de dos intentos fallidos por llegar al Congreso, Sichel sorprendió obteniendo un 49 % de los votos y venciendo a tres candidatos apoyados por partidos tradicionales del oficialismo.
Su candidatura ha sido cuestionada por vínculos empresariales, lobby y el descuelgue de personeros de los partidos que se habían comprometido a apoyarlo tras ganar las primarias y que finalmente decidieron respaldar al candidato ultraderechista José Antonio Kast.
Sebastián Sichel integró el equipo del Ministerio de Economía durante el primer Gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010). Luego ocupó varios cargos durante la administración de Sebastián Piñera, entre ellas la de ministro de Desarrollo Social, en 2019, pasando luego a ocupar la presidencia del Banco Estado, donde encabezó las gestiones de ayuda económica en medio de la pandemia.
Comenzó su carrera política como militante democristiano bajo el alero de dirigentes bien anclados a los núcleos de poder de la colectividad, pero tras quiebres internos pasó a la formación de derechas Ciudadanos.
“El partido es caníbal, cada vez que aparece un nuevo liderazgo lo destruyen”, decía en 2015 tras terminar 15 años de militancia en la Democracia Cristiana.
Sichel fundó medios de comunicación, un estudio de abogados y se desempeño, entre otros cargos, como director de Asuntos Públicos de la agencia Burson-Marsteller. En esa firma trabajó con Financial Group, AFP Cuprum y Autopista Central, entre otras compañías.
Yasna Provoste, la única mujer de la contienda
Figura histórica de la Democracia Cristiana, Yasna Provoste es de ascendencia indígena diaguita y se ha convertido en la última esperanza de una mermada centroizquierda.
Provoste lleva 25 de sus 51 años en la esfera pública, casi los mismos que su histórica coalición, la antigua Concertación, reformulada como Nuevo Pacto Social para estas elecciones y que se repartió el poder junto a la derecha tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El bloque, integrado por partidos progresistas tradicionales como la Democracia Cristiana o el Partido Socialista, lleva de capa caída desde las últimas presidenciales y a la sombra de una izquierda incipiente y más renovada que encarna Gabriel Boric.
La candidata apuesta por la descentralización y el feminismo. Vallenar, su ciudad natal, ha sido la “meca” de su campaña: desde esta pequeña localidad norteña ha dado varios discursos como símbolo de su apuesta por descentralizar el país, un clamor cada vez más frecuente.
Yasna Provoste Se disputa el tercer puesto con Sebastián Sichel, antiguo compañero en la bancada democristiana y el actual candidato del oficialismo, aunque el escenario todavía está muy abierto pues se estima que los indecisos representan más del 50 % de los votantes, de acuerdo con el Centro de Estudios Públicos (CEP).