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hechos con más de 100 muertos se documentaron en el Mediterráneo en 20 años.
Menos de una semana después de que una barcaza con más de 500 inmigrantes se hundiera cerca a Lampedusa, el mundo se conmueve ante una nueva tragedia que deja alrededor de 700 subsaharianos, sirios y libios desaparecidos sin siquiera salir del territorio marítimo de Libia.
Precisamente, 90 kilómetros al norte de las costas de dicho país, cruzando el Canal de Sicilia y en dirección a la isla de Lampedusa, el atiborrado barco naufragó en la madrugada de ayer, tal como confirmó la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Italia, Carlotta Sami.
Esta explicó que la cifra de desaparecidos la manejan en base a testimonios de los por ahora 28 sobrevivientes. Aseguraron que en la embarcación viajaban por lo menos otras 700 personas.
Según relató también Sami, los Guardacostas italianos recibieron una llamada de socorro durante la madrugada, en la que les avisaron que el barco en el que viajaban estos inmigrantes se encontraba en peligro. Ante la imposibilidad de llegar a tiempo, por estar muy cerca de la costa libia, la autoridad pidió a un buque portugués (el King Jacob), que navegaba cerca de la zona, que se desviara hasta el lugar del suceso para intentar rescatar a estas personas.
Lo paradójico es que la causa del desastre es la misma que la de hace una semana: Cuando el King Jacob se acercaba a la embarcación en la que viajaban los inmigrantes, todos ellos, pensando que iban a ser detenidos “se colocaron en el mismo lado de la nave y provocaron finalmente su hundimiento”.
La embarcación portuguesa inició entonces las labores de rescate, mientras se desplazaban al lugar naves de la Guardia Costera italiana, la Marina y también de la Armada de Malta, isla cercana al lugar del incidente.
Tragedias vaticinadas
“Si se confirman estas cifras, en los últimos días habrían muerto más de 1.000 inmigrantes en el Mar Mediterráneo”, afirmó Sami, que volvió a pedir a la Unión Europea (UE) que “ponga solución a este problema”.
Como Sami, son numerosas las voces que claman por políticas que resuelvan el asunto de raíz y que aboguen por evitar que la inmigración se produzca en condiciones infrahumanas, clandestinas y tratadas de forma criminal. Entre ellas se puede contar la del Papa Francisco, la de Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, y la de Werner Faymann, canciller de Austria, entre otros.
¿Está la UE abordando como debe esta problemática, que anualmente se lleva miles de vidas? Políticos, activistas y expertos consideran casi de forma unánime que se requieren nuevas políticas para enfrentar este inhumano fenómeno y dar importancia a las personas que han muerto por décadas en el mar.
Consultado por EL COLOMBIANO, el sacerdote Antonio Díaz de Freijo, director de la Asociación Karibu, ONG que defiende los derechos de los inmigrantes africanos en España, consideró que el enfoque europeo frente a esta inmigración ha sido completamente errado.
“Se enfoca en la represión, en la persecución del migrante antes que reflexionar en las causas y actuar contra estas. Desde que se implementaron las políticas del Frontex para impedir la inmigración mediante pie de fuerza, se ha conseguido todo lo contrario: La gente arriesga más sus vidas porque aumentan los peligros. Y son ahora más los explotados por las mafias de la inmigración, lo que, como vemos, infortunadamente nos ha llevado a mayores desgracias”, argumentó.
El criminólogo y escritor Andrea Di Nicola, experto en estos temas, expresó una opinión similar al ser consultado por la BBC: “Cuando entrevistamos a los capos de estas mafias de la migración, se reían cuando hablábamos de las políticas europeas. Nos decían: si ustedes tratan de frenar esto cerrando las fronteras, nosotros vamos a ganar mucho más dinero”.
Díaz de Freijo advirtió por último que el gran error de la política migratoria en Europa es que “no se tiene en cuenta que le hagan daño a estas personas, que pierdan la vida. Quisiéramos que se plantearan otras formas de solucionar el asunto. Pero la UE no asume esta responsabilidad”.
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muertos dejó la tragedia de la isla de Lampedusa, una de las más recordadas, en 2013.