En un comunicado emitido este viernes en su cuenta de Telegram, el gobierno de Rusia ha denunciado un aumento significativo en los vuelos de drones estratégicos estadounidenses sobre el mar Negro, alertando sobre el creciente riesgo de un “enfrentamiento directo” entre Moscú y la OTAN.
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Esta acusación llega en un contexto de alta tensión geopolítica, con implicaciones profundas para la seguridad y estabilidad de la región.
Estos drones, según las autoridades rusas, están llevando a cabo misiones de reconocimiento y designación de objetivos para las armas de alta precisión que los países occidentales han proporcionado a las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Moscú ha señalado que este aumento en la actividad de los drones estadounidenses evidencia una creciente implicación de Estados Unidos y la OTAN en el conflicto ucraniano, del lado del régimen de Kiev.
“Estos vuelos aumentan en gran medida la probabilidad de incidentes en el espacio aéreo con aviones de las Fuerzas Aeroespaciales rusas”, advirtió el Ministerio de Defensa, subrayando que esta situación incrementa significativamente el riesgo de un enfrentamiento directo entre la Alianza Atlántica y Rusia.
El ministro de Defensa ruso, Andrei Belousov, ha instruido al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas para que desarrollen propuestas que permitan responder de manera rápida y efectiva a estas “provocaciones”.
Esta medida busca preparar a las fuerzas rusas para posibles incidentes y minimizar los riesgos de escalada en el conflicto.
Además, el Ministerio de Defensa ruso ha informado que en las últimas horas sus fuerzas han derribado 25 drones lanzados por las fuerzas armadas ucranianas contra territorio ruso.
Según el informe, doce drones fueron interceptados en la región de Briansk, nueve en Smolensk, dos en Kursk, y uno en las regiones de Voronezh y Rostov. Moscú ha acusado al régimen de Kiev de intentar llevar a cabo “ataques terroristas” utilizando estos drones, aunque no se han reportado víctimas o daños materiales significativos.
Paralelamente, el Kremlin ha manifestado que las relaciones con la Unión Europea continúan siendo tensas, a pesar del reciente cambio de liderazgo en las instituciones europeas tras las elecciones de junio.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó que las “perspectivas para una normalización de las relaciones” con la UE son “muy débiles”, anticipando que no habrá una mejora significativa en el corto plazo, especialmente en el contexto de la invasión rusa de Ucrania.
“No creemos que la diplomacia europea vaya a cambiar de alguna forma para dirigirse hacia una normalización. La perspectiva con Bruselas es mala”, aseveró Peskov durante una rueda de prensa, según recogió la agencia de noticias TASS.
La situación en el mar Negro y las relaciones internacionales de Rusia continúan en un estado de alta tensión.
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La denuncia sobre el aumento de vuelos de drones estadounidenses y la respuesta de Moscú reflejan un escenario complejo y volátil, con potenciales implicaciones para la seguridad local e internacional.
