viernes
8 y 2
8 y 2
Si las elecciones en Alemania fueran hoy y no el próximo 26 de septiembre, Angela Merkel, la canciller estrella y la política europea más importante del siglo XXI, no dejaría sucesión. Tras más de 15 años en el poder, su partido, la CDU y la CSU (su aliado bávaro), tendrían el 20% de los votos y serían superados por su rival natural e histórico, el Partido socialdemócrata (PSD), que tendría el 27% de los votos.
Así lo revelaron los últimos sondeos en el país, que dejan en una crisis al candidato de Merkel, Armin Laschet. Tanto así que después de resistirse durante meses a involucrarse de manera directa en el proceso electoral, la canciller decidió lanzarse al ruedo este martes durante la que posiblemente fue su última intervención ante los diputados del Bundestag, el parlamento alemán, antes de los comicios del 26 de septiembre.
“La mejor vía para nuestro país es un gobierno dirigido por la CDU y la CSU con Armin Laschet como canciller. Su gobierno estará marcado por la estabilidad, la fiabilidad y la moderación, algo que Alemania necesita” dijo Merkel. El candidato oficialista ha protagonizado varios incidentes que han golpeado su imagen. Uno de las más recientes, durante las inundaciones de julio pasado que afectaron a la región que gobierna, Renania del Norte-Westfalia.
A Laschet se le vio sonriendo y riéndose durante una comparecencia del jefe de Estado de Alemania con motivo de las inundaciones que dejaron más de 170 muertos. Laschet “está hundido en el fango en la campaña electoral”, consideró entonces la revista Der Spiegel, aludiendo a los terrenos devastados por las crecidas. Por aquellos segundos de jocosidad en el peor momento, tuvo que pedir disculpas.
Tampoco le sirve que su elección como candidato del partido de Merkel estuvo plagada de incidentes y cuestionamientos. Markus Söder, de 54 años, líder del partido hermano y más pequeño, la CSU, le disputó a Laschet la candidatura oficial y su sombra aún sigue pesando. Hasta hace poco, las encuestas entre los conservadores mostraban que de ser candidato, a Söder le estaría yendo mucho mejor que a Laschet.
En medio del fango de los oficialistas, Olaf Scholz, el candidato socialdemócrata, vicecanciller y ministro de Finanzas del actual Gobierno, se perfila hoy como el próximo canciller de Alemania. Entre sus planes estaría relegar al partido de Merkel a la oposición. Scholz ofreció recientemente al Partido Verde del país, el tercero en la encuestas, la posibilidad de formar un gobierno. Su campaña ha consistido en mostrarse como la opción más similar a Merkel.
Entre sus eslóganes se lee incluso Er kann Kanzlerin, que los medios europeos traducen como: “Él puede ser la canciller”. También ha hecho uso de una frase característica de Merkel, “Usted me conoce”, con la que ganó las elecciones pasadas. Alemania se enfila a los últimos días de la canciller eterna en el poder. Cuando Merkel deje el poder el país entrará inmediatamente en una nueva frase. También la Unión Europea y el mundo entero.
Periodista de la Universidad de Antioquia con estudios en escritura de guión de ficción y no ficción.