La reina Isabel II de l Reino Unido falleció este jueves, así lo anunció el Palacio de Buckinghan al confirmar la noticia y expresar en un comunicado que su majestad había muerto en paz. La mujer de 96 años sufría complicaciones en su salud y, pese a ello, tuvo energías para recibir a la recién elegida primer ministra del Reino Unido, Liz Truss.
Hace dos días, este 6 de septiembre, la conservadora Liz Truss viajó hasta el Castillo de Balmoral –en Escocia– para recibir el encargo formal de la reina para asumir el cargo de primera ministra tras la renuncia de Boris Johnson.
“La Reina recibió hoy a Liz Truss en el Castillo de Balmoral. Su Majestad le pidió que formara una nueva Administración. La Sra. Truss aceptó la oferta de Su Majestad y fue nombrada Primera Ministra”, escribió en su momento la Familia Real en su cuenta de Twitter.
El protocolo real dicta que Truss, como Primera Ministra, debía ser una de las primeras personas en enterarse del fallecimiento de la reina. En efecto, minutos después de que se conociera la noticia, la mandataria cruzó la puerta 10 del Downing Street, su residencia oficial, para hacer su primer pronunciamiento sobre el fallecimiento de Isabel II.
“A principios de esta semana, a los 96 años, se mantuvo decidida a cumplir con sus deberes cuando me nombró como su decimoquinta primer ministra (...) A lo largo de su vida ha visitado más de 100 países y ha tocado la vida de millones de personas en todo el mundo. En los días difíciles que se avecinan, nos reuniremos con nuestros amigos de todo el Reino Unido, la Mancomunidad Británica de Naciones y el mundo para celebrar su extraordinaria vida de servicio”, destacó Truss.
El encuentro a solas entre la reina y Truss estaba pactado como una tradición política en el Reino Unido. Durante el apretón de manos quedó sellado el sí de Isabel II para que la nueva mandataria asumiera sus funciones.
Liz Truss resultó electa en las elecciones primarias de agosto dentro del Partido Conservador (los Tory) después de que Boris Johnson presentara su intención formal de dimitir al cargo.
El acto conocido como “el besamanos” se había celebrado en el palacio escocés de Balmoral –mismo lugar donde murió la reina– debido a los problemas que Isabel II venía presentando para su movilidad.