Rescatar la legitimidad perdida de la Organización de Estados Americanos, OEA; superar los problemas económicos y políticos que enfrenta, y darle un nuevo impulso al organismo, mostrándolo como una entidad global, serán los retos para el nuevo secretario general, Luis Almagro.
Este uruguayo, hincha del equipo de fútbol Nacional de Montevideo y exministro de relaciones exteriores de Uruguay, fue elegido ayer para este nuevo cargo entre opiniones divididas y ante la incertidumbre de si logrará posicionar nuevamente la OEA como una entidad plural, luego de que en los últimos años recayera sobre esta, el rótulo de una organización burocrática, discursiva y alejada de los problemas de las naciones americanas a las que representa.
En su discurso de posesión, Almagro dejó ver sus intenciones de terminar con lo que él llamó fragmentaciones innecesarias. “Mi esfuerzo estará centrado en hacer de la organización un instrumento útil a los intereses de todos los americanos, sean ellos del centro, sur, norte o del Caribe”.
Es una situación compleja
Para José MIguel Vivanco, director para América Latina de Human Rights Watch, el reto más grande de Almagro frente a la OEA será la superación de la polarización y del déficit presupuestario que acosa a la organización hace años.
“La situación de la OEA es muy compleja. Polarizada y con creciente pérdida de relevancia. Me es difícil predecir qué va a pasar, pero puedo decir que ha sido de los cancilleres latinoamericanos más receptivos cuando le he planteado casos graves de derechos humanos a nivel global”, dijo Vivanco a la agencia AP.
Incluso, en esa vía, una de las tareas más urgentes a desarrollar será el impulso a los diálogos en países que hasta ahora poseen grandes dificultades para resolver sus conflictos internos.
Esta es la situación percibida por el argentino Héctor Timerman, uno de los 19 cancilleres que asistieron a la sesión extraordinaria y que sin mencionar el caso venezolano, aseguró que ahora no es tiempo de castigar países de manera unilateral.
Prioridad a la seguridad
En las diferentes asambleas celebradas en la OEA en los últimos cinco años bajo la dirección de José Miguel Insulza —quien entregará el cargo el 25 de mayo—, las diferentes naciones manifestaron su preocupación por los niveles de inseguridad de los ciudadanos.
De hecho, en las visitas protocolarias antes de su elección como Secretario General, Almagro pudo constatar que es una queja general. Las razones recibidas en estos acercamientos, fueron el derrotero para que el diplomático planificará una hoja de ruta que lleve a atacar ese flagelo en el continente americano. “Trabajaremos en una iniciativa hemisférica, junto a las multilaterales, con un enfoque integral del problema”, dijo.
Insulza, actual Secretario, sostuvo que la tarea de su sucesor no será fácil, y tras afirmar que la OEA es un foro político, enfatizó que muchas veces algunos piensan que hacer preguntas sobre la democracia “significa pasar por encima de la soberanía”. No obstante, y pese al panorama que le espera a Almagro, el saliente Secretario está convencido de que el diplomático uruguayo hará un buen papel en el lustro que estará frente a la OEA .
33
votos fueron suficientes para la elección de Luis Almagro como Secretario de la OEA.