Que no hay otra opción que la guerra en Gaza para derrotar a Hamas y la promesa de anexar a Israel a una parte de la Cisjordania ocupada (lo anunció oficialmente ayer), hacen parte de las propuestas que en los últimos días presentó el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. El político mide su permanencia en el poder mañana martes con las segundas elecciones parlamentarias de este año, después de que en abril no consiguiera su anhelada coalición de derechas.
Como toda una jugada para ganar al electorado más conservador, el primer ministro combinó sus últimos días de campaña con un endurecimiento de su discurso contra Palestina que dejó en alerta a Naciones Unidas (ONU), Turquía, Jordania, Arabia Saudita y la Organización para la Liberación Palestina (OLP).
Todos estos advirtieron de las graves consecuencias que tendría la prometida anexión y el incremento del uso de la fuerza en Gaza. En palabras del portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, esas medidas serían “devastadoras para la potencial revitalización de las negociaciones, la paz regional y la solución de los dos Estados”. Además, selló sus discursos acusando a Irán de realizar una actividad nuclear no declarada.
El plan de la anexión
En abril, antes de los comicios, prometió anexar a Israel a una parte de Cisjordania. Esta vez fue más allá: quiere tomarse el Valle del Jordán, sector que se conoce como la zona C.
La explicación es que la Cisjordania ocupada, que en teoría pertenece a Palestina según los tratados internacionales, pero que es administrada por Israel, está dividida en las zonas A, B y C desde los Acuerdos de Oslo de 1993.
En estas hay palestinos e israelíes y la distribución actual es resultado de guerras que se han dado desde la disolución del Imperio Otomano y del fin del protectorado británico que, de cierta forma, sirvió de árbitro entre las partes.
Con la salida del Reino Unido y tras cada enfrentamiento, Israel ganó más espacio. El director de la maestría en Historia de la Universidad Sergio Arboleda, José Ángel Hernández, relata que esta zona “tiene una gran importancia geoestratégica”.
Esa zona C, el Valle del Jordán, marca la frontera con Jordania y conecta con el mar Muerto. Expertos como Hernández no ven probable que se efectúe la anexión porque “en este tiempo no se ha atrevido a anexionar nada”.
Otros como el maestro en estudios de Medio Oriente de la Universidad Católica de Milán, Juan Sebastián Brizneda, señalan que la nueva promesa de Netanyahu es más que una amenaza. “Lo ve como un proyecto que le debe cumplir a los israelíes. Tiene la lectura de que la sociedad necesita medidas más fuertes”, comenta Brizneda. En Gaza, cada viernes hay manifestaciones de palestinos que reclaman a Israel sus derechos sobre el territorio y organizaciones como Médicos Sin Fronteras han registrado que hay palestinos que han perdido sus extremidades.
Con la promesa de la anexión, “desea legitimar los asentamientos y colonias israelíes que hay en el territorio, que son ilegales a la luz del Derecho Internacional”, a juicio del profesor de estudios del Medio Oriente de la Universidad Externado, Felipe Medina Gutiérrez.
Lo que hizo Israel, es legalizar una colonia suya, que estaba en Cisjornadia, pues lo que ha hecho es enviar a sus habitantes a esa zona, con el objetivo de “legalizar su permanencia”.
El investigador explica que la importancia práctica del anuncio es que cada vez los palestinos están perdiendo más territorio, “lo que en últimas se traduce en más dificultades para la creación de un futuro Estado palestino ”.
La compleja Palestina
Hoy Palestina es un Estado que existe en el papel, pero que no ejerce soberanía sobre el territorio que para algunos le pertenece.
Nada más Cisjordania es una zona administrada por Israel, entonces, a pesar de que hay un mandato de la Autoridad Nacional Palestina, los ingresos y salidas a esta zona dependen de este, no tienen su moneda y, como afirma Brizneda, “no pueden hacer nada sin el permiso de Israel”.
Cumplir esa prometida anexión es una hazaña para los israelíes y un abuso para los palestinos. Pero solo el resultado de este martes podrá definir la continuidad de Netanyahu y, con esto, la promesa de anexar a la zona C de Cisjordania, un paso que ya dio con Altos del Golán.
60 %
de Cisjordania ocupa la zona C a la que Netanyahu quiere anexar a Israel: AFP.