Los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Martín Torrijos, se reunieron el lunes con congresistas opositores que plantearon la realización del referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro y la liberación de dirigentes y activistas, como requisitos para ir a un diálogo con el gobierno de Venezuela.
Un grupo de siete congresistas pertenecientes a los principales partidos opositores se reunió en un hotel de Caracas con el español Rodríguez Zapatero y el panameño Torrijos, anunció el diputado Luis Florido, presidente de la comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional.
El encuentro se dio un día después de la reunión que tuvo el político español con la canciller venezolana, Delcy Rodríguez.
Sin ofrecer mayores detalles, Florido indicó en su cuenta de Twitter que la reunión fue “cordial” y “clara”, y se conversó sobre las exigencias de la coalición opositora para ir a un diálogo que incluyen la realización del referendo y la liberación de los llamados “presos políticos”.
La coalición de la Mesa de la Unidad Democrática pidió la semana pasada la incorporación de un representante del Vaticano y otros expresidentes como mediadores en el proceso de diálogo que promueven desde mayo, además de los dos exmandatarios antes citados, Leonel Fernández, presidente de República Dominicana hasta 2012, con el apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
La alianza, que agrupa a una treintena de partidos y organizaciones opositoras, también planteó que la OEA podría sumarse a la iniciativa de diálogo. Maduro rechazó las exigencias que planteó la oposición y descartó que el referendo revocatorio pueda darse este año.
La realización de la consulta está sujeta a las decisiones que pueda tomar el Consejo Nacional Electoral que actualmente evalúa cerca de 409.313 firmas que validaron los opositores a fines del junio. De superarse esta etapa, la oposición deberá recolectar cerca de cuatro millones de rúbricas para activar la iniciativa del referendo.
El proceso de diálogo cuenta con el respaldo de la comunidad internacional, que lo ha planteado como salida a la compleja crisis que afronta Venezuela por la desbordada inflación y severos problemas de escasez de alimentos, medicinas y otros productos que han generado protestas y saqueos de comercios.