Después de 10 años de estar en constante disminución, la pobreza rural en América Latina volvió a incrementarse según el informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.
Según el documento publicado durante la Semana de la Agricultura y la Alimentación en Argentina, la pobreza rural creció en dos millones de personas entre 2014 y 2016, para un total de 59 millones de pobres en la región.
Desde 1990 hasta 2014, la pobreza rural en Latinoamérica había caído casi 20 puntos porcentuales, desde 65 por ciento a 46 por ciento, sin embargo, entre 2014 y 2016 aumentó dos puntos porcentuales para llegar a 48,6 %.
El informe de la FAO, basado en cifras de la Cepal -Comisión Económica para América Latina y el Caribe- no especifica cuáles fueron los países que propiciaron este incremento de la pobreza rural.
Julio Berdegué, representante regional de la FAO, indicó que “no podemos tolerar que uno de cada dos habitantes rurales sea pobre, y uno de cada cinco, indigente. Peor aún, hemos sufrido una reversión histórica, un quiebre que vuelve patente que nos estamos olvidando del campo”.
Gustavo Muñoz, docente de antropología y teoría del desarrollo de UPB, también considera que los gobiernos se olvidaron del campo. “Los gobiernos se centralizaron en las actividades económicas de las grandes urbes y ahora sufrimos los efectos colaterales por malas decisiones políticas en los últimos 50 años”, aseveró.
Esta afirmación del experto es corroborada por el informe, el cual indica que el ingreso laboral anual promedio de un trabajador del sector rural en América Latina en 2015 era de 363 dólares, menos de la mitad de lo que ganan los trabajadores urbanos que llega a un promedio de 804 dólares.
La FAO destaca la reducción de la pobreza de muchos países entre 1990 y 2014, principalmente Brasil que redujo su pobreza rural de 71% a 29% y Chile de 39% a 7%.
También sobresale Uruguay que la disminuyó al 2% y Ecuador que pasó del 66% en 2000 a 27% en 2014.