El esperado anuncio del presidente electo de EE. UU, Donald Trump, de que retirará al país del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) pone en entredicho la viabilidad del pacto, algo que venían advirtiendo los líderes de algunos de los socios.
Este lunes, en un vídeo de apenas dos minutos, el presidente electo confirmó que entre sus primeras acciones tras ser investido en enero estará la de emitir una “notificación de intención para retirarnos del TPP, que es un desastre potencial para nuestro país”.
Con este anuncio, Trump echaba por tierra uno de los acuerdo comerciales más ambiciosos, y que suponía uno de los ejes de la política del presidente saliente Barack Obama en su giro hacia Asia.
Las reacciones entre los firmantes del pacto (Australia, Brunéi, Canadá, Chile, EE. UU, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam) no se han hecho esperar.
Uno de los más vehementes fue el gobierno de Japón, que consideró ayer que el acuerdo “no tiene sentido sin Estados Unidos”, ya que se trata de la primera economía mundial.
“El equilibrio fundamental de ventajas (comerciales) se vendría abajo, y renegociarlo de la misma manera resulta imposible”, dijo en rueda de prensa el ministro portavoz japonés, Yoshihide Suga.
En cambio, Australia señaló su intención de proseguir con la viabilidad del pacto. El primer ministro australiano, el liberal Malcolm Turnbull, sostuvo que el TTP es un “importante compromiso para los países firmantes”.
En la misma línea se mostró el gobierno de Chile, que en voz de su directora de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), Paulina Nazal, aseguró que mantiene su apuesta por el acuerdo.
En la contraparte, el presidente chino, Xi Jinping, aseguró desde Chile que “se debe acelerar la construcción del Área de Libre Comercio Asia-Pacífico, una nueva fuerza motriz del desarrollo global”.