La imagen de Orlando Berrío “diciéndole” a las cámaras de televisión: “Papá te ama mi amor”, como un mensaje a su hija Dominique, que nació este año y con ella llegó el mejor momento del delantero cartagenero en Nacional, fue el inicio de la celebración verde en Ecuador.
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Esa anotación, a los 35 minutos en el estadio Atahualpa de Quito, fue un premio para el jugador más efectivo del elenco desde la llegada del técnico Reinaldo Rueda. Berrío dejó atrás los silbidos con goles y actitud y llegó a 16 tantos para superar el registro que tenía Jéfferson Duque, hoy en el fútbol mexicano.
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Este gol, que es uno de los más importantes de la historia en Nacional, significó también que el club antioqueño no perdiera su primer partido en la ida de las tres finales de Copa que ha disputado.
Además, pese al empate de Arturo Mina, cuando se cerraba el partido a los 86 minutos, Berrío tiene a Nacional aún con la posibilidad de asistir al Mundial de Clubes, y también lo convirtió en el segundo equipo, después del Colo-Colo, que le pudo sacar un empate en casa al Independiente del Valle en esta edición de Copa.
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Restan 90 minutos el próximo miércoles en el estadio Atanasio Girardot, pero si Nacional defiende su estadística como lo hizo Independiente como local, que no perdió durante el torneo, vendrá la consagración. No será fácil, coinciden los expertos, pero con la efectividad y los argumentos que ha mostrado, además del aliento del público, el sueño continental es posible..