Tres turistas argentinos, que llegaron a Medellín desde la ciudad de Córdoba, denunciaron que los drogaron y los despojaron de dos celulares. También les quitaron la plata que traían. La denuncia de los argentinos fue el principio del fin de una banda que se dedicaba a robar extranjeros, principalmente en El Poblado.
El modus operandi de esta banda consistía en “parcharse” en discotecas y bares de El Poblado y se dedicaban a analizar los clientes. Escogían a ciudadanos extranjeros como sus víctimas, principalmente, y se acercaban a ellos, se ganaban su confianza, y luego les vertían drogas a sus tragos.
Eso hicieron con los tres argentinos. Al parecer, los integrantes de la banda les echaron una sustancia en el trago y ellos perdieron la conciencia. Después de que las víctimas denunciaron, las autoridades rastrearon uno de los celulares robados y llegaron hasta el barrio Los Colores, de Medellín. Al llegar al lugar, los policías observaron varias personas con datáfonos y computadores, por lo cual se procedió con un operativo en el que se recuperaron los elementos de los argentinos.
En ese lugar, la Policía capturó a nueve personas, seis mujeres y tres hombres. Luego de las audiencias de legalización de captura, a estas personas se les fue ordenada medida privativa de la libertad en prisión domiciliaria mientras afrontan el juicio. La Policía está investigando si estas personas, que al parecer llegaron desde Bogotá, delinquían en otras ciudades.
Esta es la segunda captura de esta persona contra personas que utilizaban escopolamina para robar a sus víctimas. Este año también había caído alias La Coja, a quien señalan de ser una de las especialistas del hurto con escopolamina a extranjeros en Medellín.
Según la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, alias La Coja utilizaba el mismo modus operandi con todas sus víctimas. Contactaba a extranjeros a través de aplicaciones de citas al llegar de viaje a Medellín. Una vez concretaba la cita, los emborrachaba y luego los drogaba y los llevaba hasta hoteles o los propios sitios donde estaban hospedados para despojarlos de todas las pertenencias de valor y dinero que tuvieran.
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Las denuncias de un español, un canadiense, un alemán y un colombiano fueron claves para identificar a la mujer y ubicarla en un apartamento en San Antonio de Prado, lugar en el que las autoridades encontraron dólares, pesos mexicanos y euros.
Pero la escopolamina no es la única manera de atrapar a las víctimas. El pasado 3 de julio, la Fiscalía informó sobre la captura de siete mujeres trans y una cisgénero que, ofreciendo servicios sexuales, engañaba a sus clientes y les robaba sus pertenencias. Las mujeres abordaban a sus víctimas en medio de la calle con la excusa de ofrecerles servicios sexuales. Así lo confirmó Yiri Milena Amado Sánchez, directora seccional de Fiscalías en Medellín.
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