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El mal momento del comercio religioso en Medellín: ni Semana Santa mejoró las ventas

Los comerciantes aquejan las bajas a las temporadas de lluvia y la inflación

  • Los comercios religiosos han visto sus ventas reducidas hasta en un 50%. Fotos: Manuel Saldarriaga.
    Los comercios religiosos han visto sus ventas reducidas hasta en un 50%. Fotos: Manuel Saldarriaga.
  • El mal momento del comercio religioso en Medellín: ni Semana Santa mejoró las ventas
  • El mal momento del comercio religioso en Medellín: ni Semana Santa mejoró las ventas
07 de abril de 2023
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Los vendedores de artículos religiosos de la ciudad, están que le prenden una vela a los santos que ellos mismos comercializan por cuenta de la merma en las ventas que han tenido que padecer este año.

Y es que por culpa del invierno y la dura situación económica que atraviesa el país, en varios de los tradicionales locales que venden estos elementos las ventas han llegado a reducirse hasta un 50%.

En la Librería Católica del centro comeRcial Villanueva, los escaparates —tan altos que parecen evocar la torre de Babel— están bien surtidos de imágenes, estampitas, copones, medallas y un ejército de cristos de todos los tamaños y presupuestos. Sin embargo, pese a la disposición de sus vendedoras, son pocos los clientes que esa mañana se animaron a comprar algo.

Mónica, una de sus dependientas explicó que lo que más se vende para estas fechas es el incienso, el carbón, las hostias y el vino Lombardo. Pero este año, aunque por la gracia divina los negocios se sostienen, el auge de clientes brilló por su ausencia según explicó la vendedora.

Pero no solo los almacenes de artículos religiosos han salido flagelados por la actual situación, los vendedores y restauradores de imágenes también han sentido el coletazo de la economía que ha hecho que pocos clientes se acerquen siquiera a preguntar por el valor de las figuras en yeso y marmolina.

“Yo llevo 25 años dedicado a la creación de imágenes religiosas, y este ha sido el año más duro que hemos vivido de las ventas. La economía y el invierno han afectado todo, porque los insumos están más caros y los fletes de transporte para traerlos y despachar las figuras subieron mucho. Y con la subida de las cosas a la gente no le está alcanzando el presupuesto para comprar imágenes”, explicó don Arturo, el escultor de Artesanías La Paz mientras hacía una pausa en sus labores.

El mal momento del comercio religioso en Medellín: ni Semana Santa mejoró las ventas

El menudo hombre cuenta que hasta hace unos años, el movimiento de clientes buscando las imágenes de San Miguel, María Auxiliadora y la Virgen del Carmen acaparaba casi toda la semana mayor, pero hoy en día los clientes brillan por su ausencia y por eso anda cavilando si abrir el resto de la semana.

“Va tocar ‘pagar’ una promesa para que se enderezca el negocio. Mire, ¡Hoy todo esto anda quieto!”, apuntó a decir.

Unas cuadras más allá la queja de don Rubén Montoya va en el mismo sentido. Los días que su negocio se movía en estas fechas —en los que se vendía sobre todo la Virgen de Guadalupe— parecen un recuerdo si se compara con el panorama de la actualidad.

“La gente está muy desplatada, esta semana esto se ha movido poquito. Solo vino la mitad de clientes que esperaba. Ve, ahora que me hace caer en cuenta, que raro que se venda más la virgen mexicana que los santos colombianos. ¿No?”, inquirió el hombre.

—“¿Tenés a San José dormido?” pregunta una clienta.

Don Rubén le pasa una imagen bellamente pintada que representa al padre de Jesús en medio de un sueño, a la vez que comenta las bondades del producto y su precio.

—“Sí señora, le vale $45.000”.

La mujer sopesa la imagen, pero al saber el valor solo frunce el ceño. Un seco “gracias” es lo único que murmulla antes de perderse por las calles del centro sin llevarse al San José.

La situación acontecida en el centro de Medellín también se replica en otros espacios religiosos de la ciudad.

De acuerdo con Liliana —quien lleva 31 años trabajando en la tienda San Judas ubicada al lado de la iglesia de María Auxiliadora de Sabaneta— aunque la protección de la Virgen le ha permitido no llegar a tener días malos o pésimos, tampoco en la registradora han quedado ganancias excepcionales por estas fechas.

“Esta Semana Santa ha estado algo quieta. Mucha gente por el invierno no ha venido al templo y por la economía les queda difícil adquirir alguna de las cosas que vendemos aquí. Pero nosotros estamos bendecidos porque al menos no nos vamos manivacíos”, apuntó.

Liliana se lamenta de la situación ya que, aunque vende figuras y estampas desde $7.000 en adelante, son pocos los clientes que pasan de la pregunta a la transacción.

El mal momento del comercio religioso en Medellín: ni Semana Santa mejoró las ventas

-“¡Ya la plata no alcanza!”, se quejó una señora al preguntar por una imagen.

La queja de los vendedores de artículos religiosos también se extiende a los comerciantes de velas, veladoras y velones, quienes también han visto sus ventas mermadas. Una de las vendedoras de un puesto ambulante comentó que en el gremio, al que menos peor le ha ido ha visto reducida sus ventas en un 30%. Otros solo llegan a librar el día y orar para que e próximo sea mejor.

Curiosamente, en el norte del Aburrá las cosas van muchísimo mejor que en el centro y en el sur. Allí, los almacenes religiosos viven un apogeo por cuenta de la renovación de la fe que ha traído la pandemia y los votos de los sobrevivientes por el Covid-19 que se acercan al Santuario del Señor Caído y que buscan congraciarse con algún artículo religioso.

“Ha venido mucha gente, pero tanta que a partir de esta noche me toca arreglar el local para poder atender a los clientes mejor, porque como estamos acomodados, no nos da. Me gusta que la gente pueda mirar bien lo que va a comprar”, explicó metida entre escapularios, estampitas, prendedores y veladoras Rosa Elena Cadavid, de la tienda La Duquesa.

Las esperanzas de los vendedores por recuperar las ventas y el flujo de caja se centran en este Viernes Santo y en el Domingo de Resurreción, esperan que el buen dios les ayude con sus finanzas y les haga un milagrito con el tema económico y por el que muchos de sus clientes acuden a ellos como intermediarios entre el mundo terrenal y el divino

Cristian Álvarez Balbín

Periodista de la Universidad de Antioquia. Al igual que Joe Sacco, yo también entiendo el periodismo como el primer escalón de la historia.

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