¿Cómo está hoy la 70?
“La 70 es un referente de ocio nocturno y turismo para la ciudad. Es un corredor que más o menos desde hace unos 15 años ha tomado un crecimiento y un liderazgo importante en el sector de la industria del entretenimiento nocturno. Recoge aproximadamente unos 200 establecimientos que se dedican a esta actividad comercial. Estamos hablando de entre 1.000 y 1.500 empleos directos y alrededor de unos 500 empleos de manera indirecta. Hay unas grandes inversiones.
Es un sitio de paso, al que llega mucha gente. En ese sentido, atrae a las problemáticas normales que hay en cualquier ciudad del mundo”.
¿Qué problemas hay, por ejemplo?
“Hay personas en situación de calle, temas también de inseguridad. Eventualmente hay gente que busca en estos sectores comerciales un foco para ir a acometer sus actividades delictivas”.
¿Qué han hecho desde Asobares para controlar esas situaciones y darles seguridad a los clientes?
“La 70 es de los lugares de la ciudad donde mejor se trabaja entre empresarios y autoridades. Hay un apoyo permanente, una gran presencia de alrededor de 50 uniformados que están a cargo de la seguridad. También hay unos grupos de apoyo ciudadano, de apoyo a los empresarios, que constantemente nos estamos comunicando con la Policía en caso de una eventualidad. La Policía reacciona muy rápido”.
Las autoridades han dicho que a la semana hay un caso de escopolamina en la 70. ¿Qué versiones tienen ustedes al respecto?
“No podemos desconocer un problema que es de toda la ciudad. Es preocupante que se estén manejando esas cifras por parte de la administración porque no se corresponde con las percepciones y los hechos. Los casos ocurridos no logran ser una muestra suficientemente significativa para concluir que sea un escopolaminado a la semana. Por otro lado, estamos trabajando en unos temas de sensibilización y de autocuidado”.
¿Tienen cifras de cuántas personas van un fin de semana a la 70?
“En el sector de la 70 se pueden estar moviendo alrededor de 10.000 personas en fin de semana. Es un corredor de la ciudad que, además de restaurantes y comercio nocturno, conecta a la Universidad Pontificia Bolivariana y el metro. Pasa mucha gente, es muy dinámico. Nuestros comerciantes ofrecen una rumba segura, sana. Los invitamos a que vayan con sus periodistas y conozcan los negocios, les van a gustar”