Colombia fue elegido anfitrión del Día del Medio Ambiente que se celebrará el viernes, por ser el segundo país con mayor biodiversidad del mundo con más de 54.000 especies, según el Sistema de Información para la Biodiversidad (SIB), de estas, casi 19.000 son de fauna.
Pero no solo por la riqueza del país sino por las ingentes amenazas para conservarla, es que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente lo eligió para presidir la reunión que tiene como punto central, precisamente, la biodiversidad.
Según la lista difundido por el Instituto Humbolt, el país tiene actualmente 1.309 especies bajo algún grado de amenaza. Cifras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ubican 540 individuos de fauna en peligro de extinción en el país, quiere decir que, en apenas cinco años, 200 especies se sumaron a este estado, de acuerdo a información del SIB.
Para conjugar estas pérdidas confluyen la deforestación, el tráfico ilegal, explotación del suelo, entre otros.
En materia de deforestación, Minambiente reportó en 2018 una reducción del 10% respecto al periodo anterior, al pasar de 219.973 a 197.159 hectáreas. Este año, sin embargo. Sin embargo, es uno de los 6 países que más bosque primario perdió en 2019.
En cuanto al uso de suelos, el ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, anunció recientemente convenios para que las comunidades rurales reciban beneficios para realizar actividades sostenibles, toda vez que la actividad agrícola y ganadera es una de las grandes amenazas de ecosistemas insustituibles.
El tráfico de fauna también es preocupante, con más de 20.000 animales silvestres comercializados en 2019.
Sin embargo, en concepto del director de las corporaciones autónomas del país, Ramón Leal, los últimos años la integración institucional ha sido clave para lograr avances concretos en las regiones.
“La restauración ecológica en el último lustro ha sido sostenida, así como la recuperación de fauna y flora, investigación y seguimiento a especies, todo ello reforzado por acciones políticas”.
El biólogo investigador de la Universidad de Nariño con experiencia en Parques Nacionales, Matheo Abisaad, cree que el país aún se queda corto.
“Falta educación ambiental y falta mucha exploración en sistemas de conservación que involucren a las comunidades en los territorios. El vínculo entre academia y Estado ha dado ganado terreno y sobre esas bases investigativas hay que gestionar en la próxima década”, dice.
En la antesala de ese encuentro, que reunirá 30 expertos mundiales y convocará la atención de cinco millones de personas, se espera que Colombia asuma unos compromisos que lo acerquen al deber de mantener a salvo ese 10% de la biodiversidad mundial que alberga.