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Gracias a su aislamiento, el planeta descansa

La contaminación baja y la Tierra se ve mejor desde el espacio. Un lado positivo de la cuarentena.

  • New Delhi, India, después de que el Gobierno decretara la cuarentena nacional para frenar el virus. FOTO AFP
    New Delhi, India, después de que el Gobierno decretara la cuarentena nacional para frenar el virus. FOTO AFP

Las ciudades se apagan, pero la naturaleza se reactiva. Ese ha sido el resultado que ha dado la cuarentena en algunos países por cuenta del coronavirus. La difícil situación en salud pública llevó a un cambio, por ahora temporal, en el ambiente. Entre las aguas limpias de los canales de Venecia en Italia, las imágenes satelitales de la Nasa que evidenciaron la caída de la contaminación en China y el aire más limpio que se respira en Medellín, el planeta tiene un descanso.

Todo comenzó con fenómenos singulares. China dio el primer síntoma mundial del covid-19 y también la primera señal de que algo cambiaba en el ambiente. Entre el aislamiento que llevo a que los carros dejaran de circular y el cierre de fábricas, la Nasa reportó una reducción del dióxido de nitrógeno (NO2) en el país. Al principio se dio en la provincia de Hubei, donde inició el brote, y luego se extendió a otros lugares.

Desde el espacio, varios satélites evidenciaron el notorio cambio en la atmósfera. “Hay pruebas de que esto está relacionado con la desaceleración económica luego del brote de coronavirus”, dijo el Observatorio de la Tierra de la agencia espacial. Luego de China, Italia también mostró el impacto positivo del aislamiento humano en el ambiente.

Carbón Brief, una organización dedicada al estudio de las implicaciones del cambio climático en la Tierra, publicó un artículo en el que constató que las emisiones de carbono de China cayeron alrededor de un 25 % en un período de cuatro semanas, del 1 de febrero al 1 de marzo.

También hubo una disminución en el uso de carbón y petróleo crudo al comparar ese lapso con el mismo periodo de 2019. Esa huella que dejó de emitir China significa un 6 % de las emisiones globales para ese mismo intervalo.

Italia cambia de aire

Cuando se compara el estado de los canales de Venecia antes y después del aislamiento de la población (ver fotografías) es evidente la transformación en sus aguas: están más limpias y tranquilas. El diario El País logró constatar que a la zona regresaron los peces y las aves acuáticas, especies que se ausentan en la cotidianidad entre el movimiento del turismo y los botes que entran y salen por los canales.

Comparación de los canales de Venecia del 18 de marzo y el 19 de marzo, que muestran los efectos del primer día de cuarentena en las aguas de este sitio turístico de Italia. (FOTOS AFP)

Junto a las aguas de Venecia, el aire de Italia en general también mejoró. El seguimiento del Servicio de Monitoreo Atmosférico de Copérnico, programa liderado por la Unión Europea, indica que la contaminación por el dióxido de nitrógeno (NO2) bajó un 10 % por semana en el último mes: el mismo lapso que lleva Italia en cuarentena para frenar la pandemia.

Esta semana la Organización Meteorológica Internacional (OMM) reconoció que las medidas de los países han contribuido a mejoras en la calidad del aire. Si bien es una noticia positiva, la OMM asegura que es demasiado pronto para evaluar sus implicaciones a largo plazo en las concentraciones atmosféricas de gases efecto invernadero.

Petteri Taalas, Secretaria General de la OMM, sentencia que el mundo debería demostrar el mismo compromiso que ha tenido con el coronavirus con la causa del ambiente porque “el fracaso en la mitigación del cambio climático podría conducir a una mayor pérdida de vidas humanas y en el ámbito económico durante las próximas décadas”.

Como China e Italia, India también da buenas noticias para la Tierra. Siendo uno de los países más contaminados del mundo, y a la vez de los más poblados junto a China, entró en un aislamiento de 21 días, lo que se traduce en 1.300 millones de personas que dejan de circular. Datos del Gobierno citados por CNN señalan que el material particulado PM 2,5 mejoró un 71 % en la última semana de marzo, de 91 microgramos por metro cúbico a 26.

Esta es la diferencia en la calidad del aire en New Delhi, India, entre el 24 de marzo y el 2 de abril, antes y después de que el Gobierno decretara la cuarentena nacional para frenar el virus. (FOTOS AFP)

En Colombia también fue notoria la transformación en la calidad del aire, con índices más positivos en Bogotá, Bucaramanga y Medellín, según el Ideam. Asimismo, las playas de Cartagena sintieron las marcas de la ausencia del turismo luciendo más limpias.

El planeta nos habla

Francisco León, investigador en temas ambientales de la Universidad Nacional, asegura que esos escenarios son un aviso de la naturaleza de que debemos cambiar como civilización para alargar nuestra existencia porque “eso es lo que nos estamos jugando. Tenemos que exigirles a nuestros líderes, el presidente de Estados Unidos y el de Brasil, por ejemplo, un compromiso con el cambio climático. Somos uno de los múltiples habitantes que hay en el mundo, no sus dominadores”.

Como lo indicó la OMM, no está claro por cuánto tiempo se sentirán los efectos positivos de la cuarentena en el ambiente y ese es uno de los interrogantes que plantean los ambientalistas. Con la crisis económica de 2008 y 2009 también se redujeron los índices de contaminación. Es una fórmula simple: baja la producción en las fábricas, con esto se frena la actividad económica y también la generación de emisiones porque lo que consumimos o el simple hecho de movernos tiene una huella en el planeta.

Un impacto negativo para los bolsillos, pero positivo para el ambiente que al final, en este último campo, perdió sentido. Un artículo de la revista Nature Climate Change reseñó cómo la crisis financiera mundial fue precedida por un crecimiento de las emisiones en las economías emergentes, un retorno al crecimiento de las emisiones en las economías desarrolladas y un aumento en la intensidad de los combustibles fósiles.

Por ese antecedente y citando el mismo estudio, la OMM resaltó la preocupación de que este respiro para el planeta se convierta en un bumerán cuando se supere la pandemia del coronavirus.

Alejandro Álvarez, doctorando en Educación para el Desarrollo Sostenible y profesor de la Universidad Eafit, asegura que corremos el riesgo de que apenas se acabe la crisis de la covid-19 se quiera meter el acelerador para reactivar la economía, lo que perjudicaría los ecosistemas. “El planeta no es un montón de fragmentos separados con cada pedacito actuando por sí mismo. Si no se actúa en conjunto, lo que se viene en un contexto de cambio climático es un golpe a la salud tremendo”, dice.

Ya la acción unificada para contener el coronavirus deja sus marcas en la Tierra, la pregunta es, entonces, si una cooperación semejante podrá darse para combatir el cambio climático, un escenario por ahora lejano con gobiernos como el de Donald Trump en Estados Unidos y el de Jair Bolsonaro en Brasil.

Juliana Gil Gutiérrez

Periodista egresada de la facultad de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.

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