Foto: Luisa González - Colprensa - La sequía en el Casanare ha cobrado la vida de más de 20 animales de diferentes especies como chigüiros, tortugas, reces, babillas y caimanes y otras en vías de extinción.
Foto: Luisa González - Colprensa - Un estudio a profundidad en la región de la Orinoquía realizado por el Igac, reveló las causas que explicarían la tragedia ambiental en el departamento del Casanare.
Foto: Luisa González - Colprensa - El estudio concluye que la fuerte sequía podría estar relacionada con la excesiva ganadería, la limitada capacidad productiva de los suelos, los cultivos agrícolas y el pastoreo en zonas en el páramo.
Foto: Luisa González - Colprensa - Por otro lado, el régimen de precipitación de la región y la posible afectación de acuíferos por la actividad petrolera sería los causantes de esta sequía.
Foto: Luisa González - Colprensa - Paz de Ariporo cuenta con una extensión de 1.213.993 hectáreas, que equivale al 1,06 por ciento del territorio colombiano, lo que lo convierte en un municipio más grande que los departamentos del Atlántico, Quindío, Sucre y Risaralda.
Foto: Luisa González - Colprensa - Como primera autoridad colombiana en materia de suelos, el Igac, basado en sus análisis de suelos, encontró que lo que define como los cinco pecados de la tragedia ambiental en Casanare.
Foto: Luisa González - Colprensa - El documento habla de ganadería intensiva que compacta los suelos y obstruye la capacidad de infiltración de aguas lluvias y escorrentía.
Foto: Luisa González - Colprensa - Así mismo hay una limitada capacidad productiva de los suelos, y el uso de aguas subterráneas por parte de las petroleras que agravan la situación ante los impactos del cambio climático.
Foto: Luisa González - Colprensa - La afectación de los páramos sería la primera causa. Los ríos y cuerpos de agua de Paz de Ariporo, y en general los del departamento del Casanare, se alimentan o nacen en la Cordillera Oriental, principalmente en el páramo del Cocuy.
Foto: Luisa González - Colprensa - En algunos sectores los campesinos están cambiando la vegetación nativa compuesta por frailejones y musgos, por cultivos de papa y cebolla, en combinación con actividades de pastoreo de ganado.
Foto: Luisa González - Colprensa - Al quitar la cobertura vegetal nativa de los páramos, que tienen la función de captar y retener el agua con la que se alimentan los ríos y quebradas del país, los caudales de los cuerpos de agua del Casanare han disminuido.
Foto: Luisa González - Colprensa - Paz de Ariporo es el municipio más afectado en todo el departamento por la excesiva ganadería, lo cual ha generado un intenso deterioro de sus suelos.
Foto: Luisa González - Colprensa - En Paz de Ariporo solo se presenta una sola temporada de lluvias entre mayo y septiembre, con su pico más alto en julio, con cerca de 300 milímetros. El resto de meses se pueden catalogar como seco.
Foto: Luisa González - Colprensa - A pesar de ser una zona donde llueve mucho en un periodo, el problema está en los suelos, que tienen una baja capacidad de retención de humedad.
Foto: Luisa González - Colprensa - La Orinoquía colombiana es una mina de oro para la industria petrolera. Sin embargo, las profundas perforaciones para obtener el oro negro pueden haber afectado un recurso del que nadie casi habla el agua subterránea.
Foto: Luisa González - Colprensa - Aunque no se conoce a ciencia cierta qué cantidad de agua hay bajo los suelos del Casanare, ni de Paz de Ariporo, las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos requieren de un caudal permanente para su funcionamiento.