- Foto Donaldo Zuluaga - Los indígenas cortan la caña flecha, materia prima.
- Foto Donaldo Zuluaga - Una vez raspada, la fibra se pone al Sol.
- Foto Donaldo Zuluaga - Cuando se seca la fibra se recoge para pasar a la tintura.
- Foto Donaldo Zuluaga - Los niños aprenden a trenzar desde los 5 años de edad.
- Foto Donaldo Zuluaga - Diestras manos de hombres y mujeres tejen la fibra.
- Foto Donaldo Zuluaga - Las trenzas se unen de a una en máquinas de coser de pedal.
- Foto Donaldo Zuluaga - Hay diversos estilos, como este llamado arrocito.
- Foto Donaldo Zuluaga - Una vez terminados los sombreros de las veredas se venden en las calles de Tuchín.
histórico
Tuchín, el destino de los somberos vueltiaos