El déficit fiscal del Estado colombiano en 2015 creció a un 3,73 % del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, unos 30 billones de pesos, según informó ayer la Contraloría General de la República. Esto contrasta con el 3 % (unos 24,27 billones de pesos) que señaló el Ministerio de Hacienda en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Según el ente de control, a partir de 2013 se revirtió la tendencia descendente del déficit fiscal del Gobierno Nacional Central, impactando el consolidado de las finanzas públicas.
“Para 2014 y 2015 comenzó a tener efecto en el balance fiscal la reducción de precios del petróleo y la desaceleración económica que impactaron los ingresos, además de las inflexibilidades de los gastos públicos como nómina, pensiones, vigencias futuras aprobadas y transferencias”, señala el informe de “Presupuesto de la Nación y Deuda del Estado colombiano en 2015”.
También el documento señala que el total de deuda pública de Colombia en 2015 sumó 453,27 billones de pesos, un 56,5 % del PIB del país, el nivel más alto en 25 años.
Esa diferencia dio pie para que el contralor General, Edgardo Maya Villazón, dijera ayer que es prioritario hacer un seguimiento a la relación deuda-PIB y no se vuelva insostenible en el largo plazo.
“Se hace necesario establecer mecanismos que garanticen ingresos estructurales como es el caso de una reforma tributaria, que permita reducir la vulnerabilidad de las finanzas públicas, comentó el funcionario durante su intervención ante la Comisión Legal de Cuentas de la Cámara de Representantes,
Maya agregó que los recientes informes de las firmas calificadoras de riesgo Standard & Poors y Fitch Ratings, encendieron las alertas sobre el riesgo de la deuda colombiana.
Asimismo, recalcó Maya que una política de acople mal diseñada podría desacelerar aún más el crecimiento económico, causando más déficit y deuda.
Eso quiere decir que con menores ingresos de renta petrolera y mayor deuda pública, la presión en el déficit fiscal será mucho mayor si no se hacen ajustes de fondo.