Antioquia podría ser una de las regiones que sale beneficiada con el dólar históricamente caro. En la jornada de este viernes la divisa terminó en un promedio de $4.395 y ajustó la tercera jornada bajando después del rally registrado desde finales de junio en el que alcanzó un pico de $4.625.
Las cuentas de remesas y exportaciones indican que el departamento hace parte de los territorios que más divisas reciben. Por ende, según analistas, en medio del choque cambiario, la economía local podría percibir un efecto positivo.
Hay que comenzar por revisar el rubro de las exportaciones. En 2021, Colombia alcanzó ventas al extranjero por US$41.223 millones. Y sacando el petróleo y sus derivados, Antioquia fue el departamento que más les vendió a los socios internacionales con unos envíos que totalizaron US$6.819 millones. Por detrás, se ubicó Bogotá con ventas por US$3.326 millones.
Este año, entre enero y mayo, desde territorio antioqueño se han despachado exportaciones por US$2.885 millones y sigue liderando la tabla. Le sigue Bogotá con envíos por US$1.756 millones. Lo que permite inferir que, efectivamente, el flujo de dólares en este departamento es superior frente a otras regiones.
Por el lado de las remesas —dinero que los colombianos envían desde el exterior— con corte al primer trimestre de este año, al país le entró una cifra de US$2.046 millones y, de ese monto, Antioquia recibió US$680 millones, solo superada por Valle del Cauca, a donde llegaron US$1.019 millones.
Recientemente, Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), le dijo a EL COLOMBIANO que las personas que reciben salarios y remesas en dólares hacen parte del grupo de los que se están beneficiando con la carestía del dólar; toda vez que obtienen un mejor retorno al hacer el cambio. Así mismo, señaló que “los exportadores recibirán más pesos por cada dólar exportado”.
Sin embargo, la contraparte de la situación tiene que ver con los bienes y productos importados, cuyo precio subirá porque deben pagarse con dólares y esto tendría un impacto directo para el consumidor final. Se prevé que la transmisión del aumento sea progresiva y se sentirá, principalmente, en electrodomésticos, tecnología y alimentos.