Desde mediados del año pasado los productores bananeros del país están en alerta por la llegada del Fusarium Raza 4 Tropical (Foc R4T), un agresivo hongo que ataca y arrasa los cultivos y cuyo control y manejo es complejo, dado que la plaga no responde a prácticas fitosanitarias tradicionales.
Jaime Cárdenas, subgerente de Protección Vegetal del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), le explicó a EL COLOMBIANO que el foco se mantiene contenido en varios predios de los municipios guajiros de Riohacha y Dibulla donde se erradicaron 200 hectáreas y otras 2.000 están en cuarentena.
“Para evitar la propagación del mal tenemos 17 puestos de control, en alianza con la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), los cuales están localizados en los accesos a Urabá y las fincas, así como en las zonas productoras de banano de los departamentos del Cesar y Magdalena”, precisó el funcionario.
Las tareas de contención han demandado recursos por 22 millones de dólares que han sido aportados por el Gobierno a través del Ministerio de Agricultura, el ICA, Agrosavia, así como por los empresarios productores y exportadores de la fruta.
“Se invierte en vigilancia fitosanitaria para emitir alertas tempranas y en el enfoque preventivo y de manejo para impedir que la enfermedad llegue. Se han instalado pediluvios (recipiente para desinfección de calzado), uso de amonio cuaternario, desinfección de maquinaria y vehículos y apoyo directo a los productores para que acojan buenas prácticas en los cultivos”, añadió Cárdenas.