La oferta de diferentes compañías aseguradoras como Solidaria, Sura, Falabella, Bolívar o Mapfre en pólizas de arrendamiento está a la orden del día, comprometiendo en todos los casos una garantía que ofrece respaldo al propietario del inmueble ante el incumplimiento de las obligaciones a cargo del inquilino.
En tiempos de emergencia sanitaria el negocio ha observado efectos negativos que desencadenan una especie de “bola de nieve” en la que resultan involucrados arrendatarios, dueños, agencias inmobiliarias y aseguradores (ver ¿Cómo funciona?).
El gremio asegurador, Fasecolda, explicó que al inicio de la emergencia, en marzo, estaban vigentes en el país 178.147 pólizas de arrendamiento de vivienda y 48.008 de arrendamiento comercial, pero hasta el momento no se tiene un balance de la siniestralidad derivada de la pandemia.
Javier Suárez, presidente de Seguros Bolívar, indicó que esta empresa ha recibido 22.000 solicitudes de parte de las inmobiliarias, logrando un 92 % de éxito en todas las conversaciones, producto de las capacitaciones que se han ofrecido a más de 1.200 personas en temas de negociación.
Precisó que el 80 % de las pólizas de arrendamiento emitidas por Bolívar es para vivienda y el 20 % restante para comercio. “De las reclamaciones recibidas el 34 % corresponde a inmuebles de uso comercial y el 66 % vivienda privada”.
Sobre los procesos conciliatorios, Suárez mencionó que un 25 % de las negociaciones han condonado entre el 50 % y el 100 % del canon de arrendamiento. El 75 % restante ha aceptado condonaciones entre el 10 % y el 50 %.
Desde Seguros Sura se indicó que durante el aislamiento se notó un decrecimiento en la adquisición de este tipo de pólizas para negocios nuevos de un 20 %, pero una vez comenzaron a levantarse las restricciones a partir de mayo, que permitieron las mudanzas, se evidenció un incremento en su compra.
En este mismo sentido, y como respuesta a la situación coyuntural, se apreció un incremento en la siniestralidad asociada a esta solución, pero la compañía evitó precisar su magnitud. “Bajo el entendimiento de que vivimos un momento de dificultades, promovemos entre los arrendadores y los arrendatarios, procesos de negociación basados en la solidaridad, la colaboración y la búsqueda del bien común”, se indicó.