¿Estaría dispuesto a pagar 1.012.000 pesos para pasar la noche de año nuevo en Guatapé en un domo con vista a la naturaleza? Esta es una de las ofertas de glamping que mostró Booking.com, al hacer la búsqueda el 27 de octubre para pasar esta importante fecha en Domus Glamping.
¿Qué es? Se trata de una tendencia de hospedaje en zonas naturales caracterizada por tener acceso a los lujos de un hotel de alta gama como bañeras de hidromasajes, bar o comida de alta calidad mientras se ofrece el contacto con la naturaleza, como avistamiento de aves, pesca, escalada, caminatas ecológicas, entre otros.
Es difícil saber su origen, pero según National Geographic, el término “fue acuñado a finales del siglo XIX por algunos de los grandes exploradores de la época como Gordon Laing, Verney Cameron o David Livingstone” para referirse a sus viajes exploratorios al África; pero el concepto, dice, se remonta a los viajes de reyes y nobles en la Edad Media quienes transportaban los bienes que fueran necesarios para tener campamentos conforme a su estatus social, llenos de lujos.
En concepto de Claudia Velásquez, consultora en temas aeronáuticos y turismo, en la medida que está asociada a experiencias sostenibles, sin que se genere un impacto sobre el medio ambiente, esta práctica “tiene un enorme potencial” entre los viajeros nacionales e internacionales que buscan un espacio privado en la biodiversidad de Colombia.
Añade Velásquez que más allá de los servicios “uno no puede asociar el glamping como un turismo económico (barato), recordemos que es alojarse en un lugar con un concepto de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente, y va dirigido a quienes quieren tener lujos de primer nivel al aire libre; no es un segmento masivo, sino que se enfoca en un público determinado”, insiste la experta.
Pese a que no hay estudios que caractericen este modelo de turismo que combina el glamour con el camping, EL COLOMBIANO pudo establecer a través de Booking que en 11 departamentos del país y el Eje Cafetero estos servicios son ofrecidos por 192 establecimientos. Solo en Antioquia se identifican 22.
Para saber cuánto puede costar este servicio en el país, se hizo el ejercicio de tomar cinco tarifas a través de Booking y consultar a representantes de glamping en Antioquia para tener un acercamiento sobre el mercado.
De entrada, encontró que los cálculos indican que la tarifa promedio puede rondar los 350.000 pesos por noche, aunque está sujeta a varios factores que pueden hacerla mucho más baja o alta.
Para el caso de los valores de mayor estándar, en temporada baja, estos pueden ubicarse sobre los 480.000 pesos como media, y los más baratos en unos 150.000 (ver Semáforo).
Pero no se deje engañar, no todos los establecimientos ofrecen el glamping como opción exclusiva, pues en algunos casos también se combina con servicio de hotelería tradicional.
Interés, en crecimiento
Alexander Ocampo, quien administra el Glamping Pigmalion, ubicado en Santa Elena, dice que este modelo de negocio ha cogido fuerza en los últimos cinco años en Antioquia, “porque las personas ven la necesidad de escapar del ruido de la ciudad y tener contacto con la naturaleza, con un toque adicional de lujo”.
Sobre los precios, asegura que se definen por una suerte de estratificación y dependen del público al que le apunte cada alojamiento, así como de las inversiones que se hicieron para su construcción, además de las comodidades particulares que se ofrecen.
Ejemplifica que, en su firma, una noche por pareja tendría un precio mínimo de 230.000 pesos para lo que sería una “experiencia americana”: solo con desayuno; de 300.000 con las tres comidas; de 350.000 con dichos alimentos más una ‘temática romántica’, que incluye decoración y cena especial; y el plan de 450.000 pesos al que se le suma un jacuzzi privado.
Por su parte, Daniel Cano, gerente de Al Bosque, hostal que ofrece el servicio de glamping también en Santa Elena, asegura que los clientes en estos sitios demandan buenas camas, electricidad, privacidad, alimentación de primer nivel y que, si es el caso, no haya frío pese a ser al aire libre, lo que a su parecer es el mejor ejemplo de acampar con glamour. Los clientes son, principalmente, jóvenes parejas.
Cano estima que cinco años atrás era un segmento desconocido, pero desde 2018 en adelante la competencia ha crecido y a su vez la diversidad de experiencias en oferta.
Son justamente los costos en mención uno de los factores por los que los usuarios de internet, se han interesado por esta práctica en el país, para saber si tiene sentido la relación precio-beneficio.
Ejemplo de ello es que en Colombia las búsquedas de ‘Glamping’ a través de Google tuvieron su pico más alto de popularidad entre el 4 y el 10 de octubre pasados, cuando el navegador registró un valor de 100 puntos –el máximo posible– en cuanto al interés por esta tendencia.
Para efectos de contrastar, la mayor cantidad de consultas registrada anteriormente, bien sea para reservar o simplemente por curiosidad, se dio entre el 29 de diciembre de 2019 y el 4 de enero pasado, aunque en aquella época el interés se fijó en 39 puntos, de acuerdo con Google Trends.
Víctor Franco, de 32 años, quien ha estado este tipo de alojamiento dice que “todo está en saber buscar el glamping que se ajusta al presupuesto y personalidad”. Menciona que, por ejemplo, es clave realizar las reservas a tiempo y tener claro qué se ofrece con cada tarifa, e ir más allá y saber las actividades al aire libre que se pueden realizar en el alojamiento o cerca a este, para tener una visita que “valga la pena”.
La tarea de desmitificar
Como anécdota, Cano recuerda que cuando los interesados llaman a averiguar por este tipo de servicio se sorprenden de que allí las tarifas son de 110.00 pesos, pues asocian estos lugares con algo costoso.
“Esto se da por las nuevas empresas de glamping que han surgido con muchas más comodidades como jacuzzis o baños amplios, y que tienen precios más altos” anota.
Lo que piden desde Botánico Glamping, en Copacabana, Antioquia, es que no se critique al sector por los precios, porque tener una empresa de turismo y promocionar su biodiversidad es una tarea ardua (ver Paréntesis).
Si se da un contraste con otro tipo de ofertas, hospedarse en el Dann Carlton Medellín puede costar por noche 239.000 pesos, solo incluyendo desayuno, mientras pasar una noche en el Hyatt Regency en Cartagena puede significar para su bolsillo 437.920 pesos, sin servicios extra.
Si desea buscar glamping fuera del país, Playa Viva en México, seleccionada por National Geographic como uno de los establecimientos que lo ofrece, muestra que por noche un plan con todo incluido en una casa en el árbol puede costar 629 dólares (2,4 millones de pesos, con la TRM de 3841,46 pesos) para dos personas con servicios como todas las comidas y bebidas, siempre que sean no alcohólicas, yoga y Wifi en áreas comunes. También hay ofertas de 229 dólares o 354 dólares en el mismo plan (879.694 pesos o 1,3 millones) .
Incluso estos precios de glamping distan mucho de los ofrecidos en Valais, en Suiza, que en diciembre puede ofrecer tarifas entre 395 y 955 francos suizos la noche (entre 1,6 millones de pesos y 4,02 millones) dependiendo del nivel de lujo.
Impacto en el turismo
Al ser una tendencia de turismo ecológico nuevo, aún no hay estudios sobre el impacto en la atracción de visitantes nacionales e internacionales en el país. Ocampo sostiene que la ocupación en los glamping es similar a la de un hotel tradicional según la temporada.
Siendo el turismo uno de los sectores más golpeados por la pandemia al haber tenido cierre de cielos y de hoteles, la meta prevista de atracción de viajeros no residentes no se cumplirá, según ha mencionado el Gobierno Nacional; el ministro de esta cartera, José Manuel Restrepo, esperaba que Colombia atrajera 4,9 millones de viajeros no residentes en 2020.
De hecho, la ocupación hotelera en agosto apenas llegó a 13,5 %, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane).
Pero hay amplias expectativas y hay razones para pensar que este sector empieza a recuperarse.
Procolombia basada en un monitoreo de la plataforma FowardKeys afirma que se han efectuado 83.000 reservas de ciudadanos provenientes de otros países que llegarán durante el último trimestre en curso y el primer trimestre de 2021, provenientes principalmente de Estados Unidos, Chile, México, España y Canadá, “que representan el 80,5 %”
Medellín, particularmente, significa el 16,2 % de las reservas totales y es segunda en la lista de ciudades tras Bogotá, además de estar por encima de Cali, Cartagena y Barranquilla, entre otras.
Con tal potencial de por medio, quienes ofrecen actividades de glamping tienen esperanza en poder recibir una parte de estos viajeros. Al final, se trata de brindarle a los viajeros “experiencias que les permitan expresar su individualidad”, que es lo que están buscando ahora los consumidores, como lo mostraron las tendencias de los compradores en 2019 que reveló Euromonitor Internacional.
83.000
reservas han hecho viajeros extranjeros de agosto a octubre para viajar a Colombia: Procolombia.
16,2 %
significa Medellín en las reservas hechas para arribar al país: Procolombia.