Los contratos de arrendamiento han sufrido retrasos en los pagos; al principio de la pandemia la morosidad aumentó entre 8% y 25 %, y hoy la situación ha empezado a normalizarse, de acuerdo con los datos de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia. Esta situación ha hecho que las exigencias para alquilar se hayan endurecido.
“La situación fue muy crítica entre abril y mayo, cuando la morosidad se triplicó, pero la cartera ha venido mejorando y está volviendo a la normalidad”, dijo Federico Estrada, gerente de La Lonja.
Vivir en calidad de arrendamiento sigue siendo común, de los 2,13 millones de hogares que están Antioquia 846.000 viven en arriendo o subarriendo, 222.000 con permiso de propietario sin pago y 24.000 en propiedad colectiva, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Sin embargo hay quienes se han quejado de la dificultad para arrendar.
Ese es el caso del ilustrador David Peña Toribio, ciudadano español que vio frustrado su intento de alquilar en Medellín y quien expresó en Twitter que no encontró una inmobiliaria que le brindara alternativas, ya que no cumplía con los requisitos.
“Necesitaba dos codeudores con al menos el doble de sueldo que lo que cuesta el arriendo, que tengan una propiedad, y la declaración de la renta de los tres. Comenté que yo soy extranjero y no conozco a nadie en Colombia que cumpla esos requisitos”, aseguró Peña Toribio.
Como el caso del artista español ocurren cientos, y según el abogado experto en el sector Inmobiliario, Rafael Felipe Gómez, las directrices para el estudio de viabilidad de crédito siguen siendo las mismas, determinadas por las aseguradoras y afianzadoras, aunque menos flexibles.
“En pandemia los contratos de arrendamiento con mora se contaron por miles y esto abrió los ojos de aseguradoras y afianzadoras, quienes se enfrentaron a un siniestro sin precedente que afectó la confianza del sector financiero hacia ese consumidor y su capacidad”, explicó Gómez.