La última semana de octubre y el inicio de noviembre estuvieron marcados por una agitada agenda económica.
Países como Italia, Francia y España dieron sus resultados del PIB durante el tercer trimestre; Christine Lagarde asumió la dirección del Banco Central Europeo; Estados Unidos reveló que el desempleo durante el décimo mes fue de 3,6 %.
Y aunque todo esto resulta relevante para la economía mundial, hubo dos hechos en especial a los que los analistas les pusieron lupa: la Reserva Federal (Fed) bajó por tercera vez consecutiva las tasas de interés, ubicándolas en un rango entre 1,5 % y 1,75 %.
Y, de otro lado, Estados Unidos entregó su reporte de crecimiento de la economía entre julio, agosto y septiembre: 1,9 %, algo mejor de lo que se esperaba, pero menor al 2 %, que se había expandido en el segundo trimestre.
Efecto en Colombia
Para quien se pregunta porqué esto importa en Colombia, les decimos: tiene todo que ver.
“El recorte de la tasa de interés de la Fed tiene un efecto de mayor liquidez en la economía de ese país y en el mundo; de alguna forma se le está haciendo el quite a una recesión y esto favorece a todo el mundo”, asegura Julián Cárdenas, economista de AFP Protección.
Y es que, para los expertos no hay duda de dos cosas: la decisión sobre los tipos de interés atraerá mayor inversión sobre los países emergentes, como Colombia, y además es una medida para mantener dormido el fantasma de una próxima recesión.
El asunto resulta relevante puesto que la Fed no tomaba estas medidas desde 2008, y este año ya completa tres recortes de tasas, desde el pasado 31 de julio.
“En el caso de Colombia, si ese recorte se materializa en una mayor oferta de dólares y el país empieza a tener más tracción en la mejora de sus cifras, podríamos ver una apreciación del peso”, explica Cárdenas.
Por su parte, Daniel Velandia, director de estudios económicos de Credicorp Capital, apunta que esto “reduce el costo del financiamiento tanto para empresas como para los gobiernos”, pero añade que un impacto más grande dependerá de que esto le permita a Estados Unidos crecer a un ritmo saludable como el 2% en el que lo ha venido haciendo en promedio.
Óscar Eduardo Medina, profesor de la Universidad Eafit, ejemplifica lo que considera una dinámica llamativa: “los países desarrollados y los mercados de capitales están llenos de liquidez sin saber para dónde tirar ese dinero”, señala. “Alguien puede pedir que le depositen 100 dólares, y ya en cinco años no devuelve esos 100 dólares, sino 97,5 dólares”, ejemplifica sobre el efecto de los recortes de la Fed.
Atractivo de inversión
Medina añade la razón exacta de por qué la coyuntura mundial hace a Colombia llamativa: “Países como el nuestro se vuelven muy atractivos, porque tenemos una de las tasas de interés más altas de la región (...) eso nos convierte en receptores de liquidez para inversión en renta fija (bajo riesgo, pj. bonos), lo que puede incrementar la llegada de capital extranjero, dinero necesario para equilibrar la balanza de pagos”.
Y es que otra de las cosas que pasó en la semana en materia económica, hablando a nivel local, es que el Banco de la República mantuvo sus tasas de interés intactas: 4,25 %, cifra que no se ha modificado desde abril del año pasado.
Sobre esto, Julián Cárdenas menciona que el recorte que hizo la Fed “no está generando una presión para que el Emisor baje las tasas de interés, porque la entidad tiene que tomar decisiones en una coyuntura un poco opuesta al entorno internacional”.
Según él, la economía nacional va en sentido contrario por razones como la inflación que “está subiendo, mientras en el resto del mundo es baja, en Europa está en 1 %, en Estados Unidos es inferior a 2%, y en Colombia, al 3,8% “.
Cárdenas agrega que hay que tener en cuenta que Colombia va a crecer más, lo que motivaría que la tasa del banco central se mantenga por un largo período.
“Cuando los inversionistas busquen renta variable (alto riesgo, pj. acciones) en América Latina, probablemente no van a querer estar en este momento en Argentina, Chile, Ecuador, Perú o México, probablemente vayan a querer hacerlo en Brasil y Colombia”, resume.
Por el momento, el último recorte en tasas de la Fed está teniendo “un efecto moderadamente positivo en los mercados”, de acuerdo con Julián Cortés, analista macroeconómico de la Alianza de Valores.
“Si bien, la mayoría de los mensajes fueron de pausa en los recortes y de no aumentar su balance, la perspectiva que dio Jerome Powell, presidente de la Fed, de no incrementar tasas hasta no observar que la inflación suba de manera sostenida, parece predominar en el mercado”, dice el experto.
En síntesis, dice que este impacto parcial de la medida es bueno para los activos locales, pero no debería tener efecto de largo plazo.
¿Y la recesión?
Ahora bien, sobre cómo influirá el crecimiento de Estados Unidos en el país y en el mundo, los analistas, primero, aclaran que su comportamiento más reciente, es decir, el crecimiento de 1,9 % en el tercer trimestre, puede ser una radiografía global.
Aunque apuntan que es una economía sólida, advierten que la falta de soluciones a la guerra comercial —producto de la lentitud para un encuentro entre Xi Jinping, presidente chino, y Donald Trump, su homólogo estadounidense, y la poca disposición que se ha mostrado para solucionar este conflicto—, junto un brexit, que avanza a paso lento, darían pie para una recesión.
Esto, de acuerdo con Velandia se podría presentar en un lapso de 12 a 24 meses, quien, además, explica que el mayor efecto está siendo sobre el comercio y el precio de los commodities (bienes básicos).
Por ejemplo, en el país Estados Unidos representa el 28,8 % de las ventas al exterior, según las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), con una porción mayoritaria en combustibles. De los 8.264 millones de dólares exportados hacia este destino, 58 % se concentran en este sector.
De esta manera, lo que ocurra en EE.UU. afecta directamente los ingresos nacionales por esta vía también.
Por otro lado, y según la información recopilada por el Banco de la República, desde la Reserva Federal se espera que Estados Unidos crezca un 2,1% durante este año, lo que significaría un 0,8% menos que lo que lo hizo en el 2018.
Para Cárdenas, la desaceleración de ese país es un producto de varios factores.
“En los años anteriores con el estímulo de impuestos de Estados Unidos no iba con un ritmo sostenible, el crecimiento de ahora, cercano al 2%, está más alineado de largo plazo”, apunta.
“Lo que estamos viendo es un efecto boomerang de cómo las políticas en contra de la globalización y el dinamismo que tienen muchos negocios provoca que la economía no crezca tanto. La inversión ha venido mejorando”, indica.
Estos síntomas de contracción y problemas internacionales se suman a perspectivas negativas para el 90% de países en el mundo, que también se verían afectados por esta ralentización en el crecimiento, de acuerdo con el economista de Protección.
Sobre ello, Cortés dice que Colombia ha sabido sobrellevar todas estas tensiones “gracias a un buen nivel de consumo”, pero advierte que si estos conflictos llegan a escalar “serían preocupantes especialmente en un momento en el que se debe luchar por reducir el déficit en cuenta corriente”.
Al final del año este indicador podría llegar a 4,4 % del PIB, lo que significaría una ampliación frente al déficit de 3,9% observado en 2018, según el más reciente informe de la junta directiva del Banrepública enviado al Congreso.
Esta entidad advirtió que el “pronóstico se enmarca en un contexto de menores precios del petróleo y carbón y de bajo crecimiento mundial”.
No obstante, proyecciones de la propia junta del banco central nacional afirman que “la economía colombiana seguiría registrando favorables tasas de crecimiento de su demanda interna”.
Incertidumbre
De momento todas son apuestas, y se hacen con diferentes ingredientes. Algunos adicionan un poco más de guerra comercial, pero le restan la posibilidad de un Brexit sin solución. Para otros la fórmula será un acuerdo comercial entre China y Estados Unidos, aunque un freno continuo mundial.
Quienes son menos optimistas apuntan que en este contexto solo hay perdedores y, quienes ganan, no gozarán ni se beneficiarán por mucho tiempo.
La economía nacional no está lejos de eso. En las cuentas de expertos como Cárdenas no se avizoran cambios en las decisiones del Banco de la República.
“No es tan fácil que el banco vaya a bajar la tasa de interés, pero es más alta la probabilidad de que la vaya a mantener en el nivel actual”, dice.
Por ahora, el panorama en un contexto de tormentas parece despejado para Colombia. Sin embargo, los nubarrones no están lo suficientemente lejos para que el país los pierda de vista.
En las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, Colombia es la segunda de la región que más crecería este año con un 3,4 %, solo detrás de Bolivia (3,9 %).
Si se mira hacia el otro año, el PIB subiría 3,6 % con lo que, frente al grueso de países en el mundo, la desaceleración parece un problema de otros.
De momento, los expertos concluyen que las cosas se mantendrán iguales y la expectativa frente a las determinaciones que se tomen en Reino Unido, China y Estados Unidos, principalmente, marcarán el rumbo del desempeño global.
1,5 %
y 1,75% es el rango en el que la Reserva Federal mantuvo las tasas de interés.
0,8 %
menos crecería Estados Unidos este año, según proyecta la Fed.