La Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia prevé que, en 2019, el Producto Interno Bruto (PIB) tendrá un dinamismo igual al nacional de 3,2 %, una cifra cauta si se tiene en cuenta que el Fondo Monetario Internacional cambió su perspectiva a 3,5 % hace pocos días.
De acuerdo con Lina Vélez, presidente de la entidad, los determinantes estarán puestos en la inversión de obras civiles y la recuperación de la confianza de los hogares.
Un papel protagónico jugarán las elecciones regionales, pues no solo hay obras ya contratadas, sino que los mandatarios aprovechan para inaugurar otras y dejar procesos listos de contratación.
Además, la confianza de los hogares y su recuperación será la pieza clave para consolidar la industria y el comercio, aunque no hay un panorama tan alentador cuando se habla de las exportaciones y la inversión que se prevé podrá verse afectada debido a la constante incertidumbre internacional (China, Estados Unidos, Rusia, etc.).
Estas perspectivas de la Cámara son relevantes si se tiene en cuenta que las cifras oficiales de crecimiento del PIB por departamento del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) tiene un rezago de 2 años, es decir, va en 2017 (ver Paréntesis).
Para el profesor de Economía de la Universidad de Antioquia, Ramón Javier Mesa, las proyecciones están dadas en la vía del FMI, pero además reconoce que el comportamiento de la economía local se mueve en concomitancia a la nacional, también evidencia que la cauta estimación de la Cámara de Comercio se debe a la falta de recuperación del sector constructor, clave para el indicador.
En la Encuesta Ritmo Empresarial, que reúne la información de 18 ciudades, se demuestra que las compañías paisas ven este año con optimismo, el 51,8 % de quienes fueron consultados lo creen así. La capital antioqueña es superada por Chinchiná (57,6 %), y Pereira (54,4 %).
Para Mesa, falta impulsar mejor las ventas al exterior: “La región necesita hacer una apuesta por fortalecer el sector exportador porque las ventas a Estados Unidos y Suiza tuvieron comportamientos desfavorables el año pasado”. Por lo tanto, hay que insistir en las potencialidades del TLC.
Y para tener en la mira, hay expectativas en los sectores eléctrico, economía naranja, el agro, y es necesario evaluar la recuperación del sector industrial, que puede jalonar mayor empleo, lo último que debería ser “el asunto más importante de preocupación”, dijo Mesa.
Sobre esto Jaime Echeverri, vicepresidente de Planeación de la Cámara, sostuvo que en Antioquia el desempleo se relaciona con la falta de formación y capacitación; incluso hay empresarios que no encuentran los profesionales que necesitan.
Pese a los claroscuros, lo anterior representa un aliento para las perspectivas locales, dado que, el año pasado, presentó una caída de 0,4 % en creación de unidades productivas a 26.896, con una particularidad: si bien se crearon más sociedades de personas naturales que jurídicas, las segundas crecieron a un mayor ritmo 7,7 % frente a una disminución de 3,4 %.