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María Juliana Ruiz, la Primera Dama de la Nación, confiesa que no es amiga de las entrevistas, pero escogió una ocasión especial para hablar en exclusiva con EL COLOMBIANO del balance de la campaña Ayudar nos hace bien.
Era la noche del viernes 29 de mayo, y hacía pocos minutos había aterrizado en Bogotá cuando respondió a este diálogo tras una larga, pero “gratificante” jornada en La Guajira, un destino más que visita por esta iniciativa —que lidera desde el 24 de marzo, acompañada por la Fundación Solidaridad por Colombia y auditada por PricewaterhouseCoopers (PwC)—, y con la cual está recorriendo el país asistiendo a miles de familias colombianas que hoy la pasan mal por la emergencia de la covid-19.
Hasta el viernes 29 de mayo, la campaña había entregado 393.146 mercados, según informó el equipo de comunicaciones de la Primera Dama.
Ayudar nos hace bien ha contado con el acompañamiento de diferentes empresas y personas que se han sumado con sus aportes, en dinero o en especie. Por ejemplo, a Buenaventura fue el cantante de salsa Yuri Buenaventura para la entrega.
Desde el punto de vista del sector privado se destacan las donaciones del empresario Luis Carlos Sarmiento, que a través del Grupo Aval, y en nombre de su organización, entregó 400.000 unidades; también, la Fundación Santo Domingo con 122.167.
En la sombrilla de esta estrategia también se reconocen las ayudas de Bavaria y Nestlé, cada uno con 20.0000 mercados, Grupo Éxito, Teaté, Rappi, Domicilios.com y Uber. Incluso la Fundación Bolívar Davivienda instó a sus funcionarios a actuar y logró recaudar 2.000 millones de pesos y Bbva entregó 1.300 millones, entre otros.
Después de dos meses de gestión hay un avance en el programa de la Primera Dama, al alcanzar los 75.214 millones de pesos en ayudas, aunque convive con otras iniciativas de solidaridad como la liderada por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, que ha movilizado 114.000 millones de pesos en donaciones —en bonos solidarios, para suplir necesidades básicas, pero también para la dotación de unidades médicas, prevención de riesgos, ventiladores mecánicos, entre otros—.
Primera Dama, cuando comenzó la campaña Ayudar nos hace bien, que coincidió con el comienzo de la cuarentena a finales de marzo, anunciaron una meta de entregar un millón de mercados a familias colombianas. ¿Cómo van en ese cumplimiento?
“La meta concreta es entregar un millón de mercados, que en principio iban a beneficiar en su primera etapa a 460.000 familias, y efectivamente hemos logrado avanzar, gracias a la solidaridad de todos los colombianos, de una manera muy positiva y favorable, para beneficiar a muchas personas a lo largo y ancho del territorio nacional.
Hoy, presentamos un pronóstico positivo porque tenemos un recaudo cercano a los 700.000 mercados, compuesto de aportes en dinero y especie, y algo que me gusta siempre resaltar y destacar es que este es un aporte que cuenta con la generosidad de los colombianos que dan para estos mercados desde $5.000.
La apuesta realmente era muy grande, tenemos al menos 13.000 donantes en este momento registrados entre empresas y personas naturales.
Por eso insisto en que esto es heroico porque los aportes son desde una cuantía muy pequeña hasta, por supuesto, la capacidad de algunas empresas que han podido donar mercados en mayor medida.
Cuando identificamos esos aportes de los ciudadanos es conmovedor ver la solidaridad real y ese deseo de contribuir, de hacer parte de una canasta alimenticia que para nosotros es importante porque vienen con componentes nutricionales que desde el principio le apostamos que fueran balanceados y que cuestan alrededor de 200.000 pesos cada uno, para nutrir entre tres a cuatro miembros de una familia, con un abastecimiento aproximado por un mes.
Es una apuesta grande por cada mercado, y sentir que los colombianos quieren poner su grano de arroz en esa canasta ha sido muy motivador”.
¿Qué productos vienen incluidos en la canasta?
“El principio de nuestras canastas alimenticias era que tuvieran un balance nutricional. He sido abanderada de esto en nuestro país, he liderado esa causa desde que inicié en el rol de primera dama y es una prioridad para atender en Colombia. Esta necesidad se iba a incrementar a la luz de la pandemia y por eso fue prioridad que nuestros mercados estuvieran haciendo un balance que consta de cereales, aceites, algunas grasas necesarias, proteínas, lácteos o derivados.
Desde el principio de la campaña quisimos asegurarnos de la inocuidad, del manejo y de la administración de esos mercados, por tanto no incluimos ningún alimento perecedero, ni panes ni cosas que se afectaran, porque la apuesta que tenemos es llegar a los rincones más apartados del territorio nacional, y en ese sentido hay condiciones del clima, el tiempo y las distancias que podrían afectar esos mercados.
Para nosotros es fundamental saber que estamos entregando capacidad en proteínas, vitaminas y minerales, para que las familias tengan ese complemento nutricional”.
Este viernes 29 estuvieron en La Guajira, también ha estado en el archipiélago de San Andrés. ¿Cuántas regiones han visitado hasta ahora?
“Hasta el momento hemos llegado a las regiones del Altiplano, donde entregamos 96.254 mercados; el Caribe, con 172.353; el Eje Cafetero, con 56.300; Oriental, con 17.642; el Pacífico, con 34.838, y la Amazonía, con 15.759, para un total de 393.759 mercados.
Si pudiera, estaría todos los días recorriéndolo para acelerar esta capacidad de entrega y poder beneficiar más rápido a todas las familias colombianas que sé que nos necesitan. Pero vamos programando los viajes en la medida que yo los puedo hacer, determinando las condiciones de bioseguridad, y la capacidad y disponibilidad de los mercados para llevarlos y acercarlos a las regiones, y eso nos va marcando la ruta y la pauta para definir dónde hacemos presencia”.
Al ser padres de familia, hay una sensibilidad distinta cuando se observan a familias enteras con niños pasando dificultades. ¿Qué siente usted, no en su rol como representante en ese momento del Estado, sino como madre, esposa e hija?
“Son sentimientos tan variados. Algunas veces, tengo que ser franca, es la satisfacción del deber cumplido. El objetivo de Ayudar nos hace bien siempre estuvo enmarcado en poder ser ese puente y esa conexión entre ciudadanos que tenían la voluntad y el deseo de aportar, y quienes tenían una necesidad y se podían ver beneficiados.
El primer sentimiento que se me viene a la mente es que lo estamos logrando y les estamos respondiendo con transparencia, responsabilidad y con la dignidad que merece el aporte de los ciudadanos frente al beneficio de quienes están necesitados en este momento.
Es como esa sensación de poder servir, de poder contribuir y de dejar ese impacto positivo que también ha sido casi que una premisa de trabajo y de vida para el rol que estoy desempeñando”.
¿Cómo ha sido el relacionamiento con donantes, y el proceso de vinculación?
“Han sido varias cosas. Lo primero, reconocer y valorar la confianza que han tenido los ciudadanos y el sector privado y público con la campaña. A partir de eso, ha sido gracias al trabajo que vamos desarrollando en los distintos procesos, esto no es un tema de que un donante entrega un recurso y al otro día se entrega a un beneficiario, esto tiene una logística muy detallada y esa capacidad que hemos logrado dentro de la campaña de articular donantes, que bien pueden ser ciudadanos independientes o empresas privadas, el sector público, la academia o la cooperación internacional que nos está apoyando.
Trabajar como un frente multisectorial para un propósito común, ha sido lo más valioso del relacionamiento”.
Mencionó la cooperación internacional, ¿en qué ha consistido y cómo se ha vinculado con la campaña?
“Tendría que hacer una diferenciación. Hay cooperación internacional cuando recibimos donaciones de países amigos, a través de algunas de sus embajadas, y también cuando hay apoyo de instituciones de nivel internacional, organizaciones como algunas de las agencias de Naciones Unidas que nos han aportado su capacidad técnica en el desarrollo de esas guías nutricionales de los mercados. Algunos nos han apoyado con parte de los procesos de logística y entrega, en un acompañamiento importante porque también se convierten en una veeduría, que nos ayuda a vigilar la responsabilidad que tenemos de cumplir”.
Por último, usted aprovechó su reciente viaje a La Guajira para enviarles un mensaje a las comunidades sobre el respeto a la mujer, ¿qué les dijo?
“Sí, realmente aprovechamos ese escenario para hacer un pronunciamiento importante, soy defensora del valor de la mujer, y estando allá, y participando activamente en una comunidad wayúu, no podía dejar desapercibido ese incidente. Transmití el mensaje del valor de una mujer en su comunidad, y el valor incalculable que tiene una mujer, por lo cual no tiene precio”.
Colaborador. Comunicador Social Periodista U. de A., Especialista en Gerencia del Mercadeo UPB.