La Corte Constitucional declaró ayer exequible la norma que reglamenta el Ingreso de Colombia a Convención de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), firmada en París el 30 de mayo de 2018, en el mandato del expresidente Juan Manuel Santos.
De acuerdo con el alto tribunal, luego de revisar y aprobar toda la documentación avalada por el Congreso de la República sobre la entrada del país a ese exclusivo club de naciones, precisó que el Acuerdo se ajusta a la constitución colombiana y cumple con todos los requisitos.
Colombia, desde hace cuatro años, estaba en busca de ser reconocida como una nación responsable en el buen manejo de prácticas empresariales y financieras, y desde junio de 2018 el país fue admitido en la Ocde, que es el club que las garantiza.
Hasta el momento se ha avanzado en una serie de metas de posacceso exigidas por la organización. Planes de renovación para el parque automotor de carga, y la protección en materia de delitos financieros, entre lo que se ha cumplido. Pendiente: la formalización de aquellos colaboradores de plataformas digitales, y las herramientas para incrementar la productividad.
Sobre la importancia que reviste la Ocde, Luis Alberto Rodríguez, director del Departamento Nacional de Planeación (dependencia que tiene a cargo el posacceso a la Ocde) dijo que “para que Colombia se embarque en la senda de un crecimiento más sólido e inclusivo y reduzca su dependencia de los recursos naturales, es necesario impulsar la productividad mediante la adopción de reformas estructurales para incrementar la competencia y la integración al mercado”.
Destaca la Ocde que se están llevando a cabo planes de aprovechamiento para que las nuevas tecnologías se conviertan en base de la transformación empresarial y de esta manera el país se meta de lleno al cambio que supone la Cuarta Revolución Industrial.
Lo que hay por mejorar
Sin embargo, hay otros indicadores en los que todavía se tiene que trabajar, como el que hace referencia al equilibrio entre trabajo y vida. Según la Ocde, un trabajador colombiano destina más tiempo del que debería a sus funciones laborales. El estudio publicado en octubre de este año encontró que tras medir 20 de las 36 economías del organismo, la nación fue la de peor resultado, con 0,9 %.
Para Giovanni Reyes, profesor experto en empresas de la Universidad del Rosario, el hecho de que el proceso que lideró el expresidente Santos esté a dos fallos de la Corte Constitucional de ingresar a ese club supone varios beneficios, pero sobre todo importantes retos.
“Mejorar indicadores de productividad, calidad de vida de los trabajadores y generar oportunidades de crecimiento para emprendimientos y compañías ya consolidadas es fundamental para que la nación no se empiece a quedar abajo en las mediciones que recurrentemente hace esa organización”, explicó el experto.
Y entre las competencias que busca adquirir el país, destaca la de contar con trabajadores bien remunerados. Un plan que incluso el presidente Iván Duque ha querido liderar.
Objetivo que todavía parece estar lejos de alcanzarse más cuando la misma Ocde ha pedido revisar de manera urgente las estrategias para eliminar la pobreza. Datos de agosto del año pasado publicados por ese organismo dan cuenta de que en Colombia se necesitarán 11 generaciones para salir de la pobreza. Mientras que en países como Brasil la cifra es de 9. En Chile y Argentina 6.
De otro lado, el país tiene la necesidad de fomentar la mitigación del riesgo. Pide “evaluar opciones de aseguramiento (...) para impulsar la resiliencia financiera de hogares y negocios”, Según Reyes, la tarea más pesada que tiene el país es saber aprovechar las credenciales que otorga estar en un organismo de esta índole. “La enfermedad que más adolecen los países latinoamericanos miembros de la Ocde es que no cuentan con una oferta exportadora de valor agregado.
11
generaciones se necesitarían para salir de la pobreza en el país, según la Ocde.