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Aumento de la desigualdad y la deuda, recesión económica, desempleo y un cambio climático que se profundiza son algunos retos que ha dejado el 2020, según plantea el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe anual, al que tituló: “Un año como ningún otro”.
El organismo describe cómo ha hecho para ayudar a países miembros para capotear la pandemia y explica que de las 190 naciones que lo conforman, a 83 han dirigido 165.000 millones de dólares.
Añade el FMI que de ese total, 16.100 millones se han destinado para 49 países de “bajos ingresos”, y que solo desde finales de marzo hasta el 15 de septiembre había desembolsado 91.000 millones de dólares.
Según Kristalina Georgieva, directora general del FMI, el organismo “está listo para ayudar aún más” en tanto cuenta con una capacidad crediticia de un billón de dólares. Añadió que con la crisis otorgaron “10 veces más préstamos” que en un año normal, pero dejó claro que aún con el respaldo monetario el futuro es incierto.
Para el caso de Colombia, lo que destaca el profesor de la Universidad de Antioquia, Ramón Javier Mesa, es que el país usó la línea de crédito flexible del FMI ampliando su cupo a 17.200 millones de dólares, que permiten, además de cubrirse frente a eventuales choques externos negativos, “hacer uso de estos recursos cuando se requiera sin condicionamientos en la política macroeconómica”. Estos préstamos, anota, van a países con buen desempeño económico (ver Paréntesis).
Justamente, ese desempeño de cada territorio que menciona Mesa también lo evaluó el FMI en su reporte, pero con relación a las acciones fiscales de los Gobiernos para mitigar los efectos de la pandemia. Según el multilateral estas ascienden a 12.000 millones de dólares, en tanto que las políticas monetarias, de su lado, suman 7.500 millones en el mundo.
En Colombia, vale recordar que para atender la coyuntura el Gobierno ha tenido como bandera los 40,5 billones de pesos que según el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, se canalizaron para el Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome).
Del monto, se han aprobado recursos para protección al empleo y reactivación económica (13,8 billones), atención a la emergencia (10,1 billones) y atención a población en condición vulnerable (10,7 billones), con lo que la cifra asciende a 34,6 billones.
Más allá de estos números y hablando de Latinoamérica, Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos Grupo Bolívar, dice que la pandemia llegó en un mal momento, pues la deuda pública bruta como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) de la región entre 2015 y 2019 estaba en 61,3 % según el FMI.
Esto, dice, hizo que el virus encontrara una América Latina “altamente endeudada”, lo cual limita la capacidad de gasto de los Estados para estimular el consumo privado en la emergencia, que es un reto para reactivar la economía que en Colombia caería 8,2 % este 2020 (ver Gráfico). En el año “como ningún otro” las tareas pendientes e incertidumbre priman.
En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.