600 y 800 dólares es el promedio mensual que se paga en Argentina por vivir en un modelo de coliving, es decir, un espacio en el que las personas conservan su propio lugar, a la vez que conforman una experiencia de comunidad.
El precio lo da el paquistaní Fahad Siddiqui experto en el modelo y quien lo define como la manera de ofrecer una edificación con apartamentos que se renten en monoambientes u ofrecer máximo dos habitaciones para compartir, pero con una posibilidad de generar relaciones (ver Para saber más).
Incluso, Euromonitor la señaló como una tendencia disruptiva del negocio inmobiliario de 2018, propia de los Millenials: “En su forma más básica, el coliving permite a las personas compartir espacios e instalaciones mutuas para ahorrar dinero e inspirar ideas de colaboración o proporcionar condiciones de vida más cómodas y aceptables”.
Para Siddiqui el modelo es parecido al que ofrece Airbnb y a un hotel, pero el diferencial está en la experiencia, o eventos que puede producir el hecho de tener un comunity manager que está gestionando encuentros, y un valor mucho más asequible que el de un hotel, con los mismos servicios, pero a cuarto de su costo para el dueño o administrador. Es usual que las edificaciones tengan BBQ, piscina, gimnasio, entre otros.
Hoy la idea está enfocada en ofrecer alquileres de más larga estancia (dos meses o un año, por ejemplo) sin el costo que esto implica para estudiantes, pero también, ejecutivos, jóvenes, y trabajadores freelance.
En Colombia parece haber una buena oportunidad si se tiene en cuenta que 5,1 millones de familias viven en arriendo o subarriendo es decir el 33,5 % de los hogares, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).