Los 1,8 millones de migrantes de Venezuela que están en Colombia deben verse como una oportunidad de diversidad, de trabajo y aporte a la economía nacional.
Esto es lo que se concluye después de revisar el informe Población migrante: una apuesta del sector privado, dado a conocer por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), en conjunto con Usaid y Acdi/Voca, y en el que se refleja que de los venezolanos ocupados en Colombia (57,3%) solo 9 % está en el sistema de salud y el 91 % labora informalmente.
“La situación de irregularidad frecuentemente es un obstáculo para que una persona migrante obtenga un empleo formal y una remuneración suficiente para lograr realizar aportes al sistema de seguridad social colombiano”, dice el informe, lo que al final redunda en que el Estado deba asumir los gastos extra que la población exige.
Es por esto que desde el sector privado se puede hacer un aporte sustancial para que esta población se inserte de manera efectiva. Dijo el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, que hay que aprovechar el bono demográfico que viene con esta movilización que incluye un 32,30 % de personas que están entre los 18 y 29 años y 27,90 % más que se encuentran entre los 30 y 59.
Vale tener en cuenta que “el 49,3% de los venezolanos registrados (Permiso Especial de Permanencia) tiene estudios en el nivel técnico/tecnólogo y educación superior. Lo que indica que (...) hay una importante fuerza laboral, que está capacitada y cuenta con documentos”.
Este resultado convive con el hecho de que sobre el total de la población ocupada, el 49,1 % está concentrada en el sector comercio, hoteles y restaurantes lo que indica que “que existen barreras en esta población para acceder a las otras actividades”, aunque se reconoce que puede deberse a la falta de formación.