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Luego de “tocar fondo” en el primer trimestre, Colombia crecería 2,1 % al cierre de este año, indicó el Estudio Económico de América Latina y el Caribe, publicado ayer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De esa forma, el país estará por encima de las estimaciones para Brasil (0,4 %), Chile (1,4 %) y Ecuador (0,7 %), pero por debajo de México (2,2 %) y Perú (2,5 %), e igual a Argentina (ver gráfico).
La Cepal advirtió que las proyecciones se cumplirán si se consolidan las tendencias favorables en el sector agropecuario, que durante los primeros meses creció 7,7 %, y si se fortalece el ritmo de obras de infraestructura vial.
La Comisión también destacó el manejo de la autoridad monetaria para impulsar la actividad económica durante el primer trimestre de 2017. En ese sentido vale la pena anotar que el Banco de la República ha recortado su tasa de intervención de 7,50 % en diciembre de 2016 a 5,50 % este mes.
Pero el organismo señaló que la nueva postura expansiva del Emisor no se refleja en las tasas comerciales, particularmente la de consumo. Dicho segmento se debilitó por el aumentó del IVA a 19 % desde 16 % y por los efectos rezagados de la política monetaria contractiva del año anterior.
No obstante, gracias a la reforma tributaria de 2016, la Cepal prevé mejores perspectivas fiscales. Así, se espera que aumente de forma gradual el recaudo tributario de 0,7 % del producto interno bruto (PIB) al 3,1 % en 2022.
Esa perspectiva más optimista se explica por una recuperación de la economía mundial, que cerraría este año con una expansión de 2,7 % del PIB. Así también, por un leve repunte en el comercio global, que alcanzaría un 2,4 %.
México y Centroamérica conjuntamente aumentarían 2,5 %, al registrar mayores ingresos por remesas y mejores expectativas de la economía estadounidense.
Así mismo, la región observaría una ligera mejora en inversión y en consumo privado y una reducción en la inflación promedio. Mientras que la tasa de desempleo urbano aumentaría a 9,4 % desde un 8,9 %.
En tanto que el déficit fiscal promedio se mantendría estable, en -3,1 como porcentaje del PIB, aunque con tendencias distintas según la subregión (ver Paréntesis).
Por último, dijo que en el proceso de lograr equilibrios en materia de endeudamiento, los países no deberían castigar la inversión pública.
Periodista del área de Economía