Colombia está ante el reto de darle un vuelco a gran parte de sus industrias tradicionales: la petrolera, la automotriz y la textil y de confección son algunos ejemplos. Si lo que quiere este último es generar más productividad y oportunidades de negocio para un consumidor que cambió, invertir en renovación digital y desarrollo tecnológico es fundamental.
¿Qué tan lejos está el país de tener prendas de vestir capaces de medir la frecuencia cardiaca, las calorías perdidas en un día, la temperatura y hasta el pronóstico del clima; o camisas, chaquetas y tenis hechos 100 % de plástico reciclado (como los 11 millones de zapatos que produce Adidas con este material)? No mucho.
Ya hay iniciativas, y ayer, tras el inicio de Colombiatex de las Américas –feria número 32–, se espera que los cerca de 15.000 compradores (5.000 internacionales) vean qué tiene la industria nacional en innovación y de paso dejen una derrama económica de 11,6 millones de dólares para la ciudad, según el alcalde Daniel Quintero (ver Opinión).
“El sector está cambiando por los usuarios que son más conscientes sobre qué consumen y cómo se produce lo que compran; tener información y datos nos ayudará a que el producto final vaya más acorde a esas necesidades, entre las que se cuentan, el cuidado sobre el medioambiente”, aseguró Carlos Eduardo Botero, presidente de Inexmoda, organizador del evento.
El financiamiento
Las empresas siguen dependiendo de la inyección de capital para llevar a cabo este tipo de procesos; si bien la demanda está cambiando (al exigir productos o procesos favorables con el ambiente), la carencia más grande es tener dinero para no importar.
La firma YKK, que confecciona y vende cremalleras, tiene una línea que con el uso de botellas de plástico elabora parte del portafolio de cierres que comercializa en 75 países. “Es especial e importado, porque en estos momentos en Colombia no tenemos máquinas con la capacidad para hacerlas”, dijo Claudia Bedoya, ejecutiva de la firma.
En esa misma línea Mauricio Botero, gerente de Marka (que nació en 2008 y se dedica a la elaboración de marquillas), dijo que una buena salida para la innovación y el desarrollo digital está en saber reutilizar materiales: “se hace a costos razonables y mejora los tiempos de entrega”.
Para estas firmas, recordó Quintero, el Centro de la Cuarta Revolución Industrial en Medellín “conectará a desarrolladores TIC con empresarios tradicionales que están en búsqueda de innovación”.
Y Saúl Pineda, viceministro de Desarrollo Empresarial, dijo que el hecho de que el gasto de los hogares esté impulsado por la compra de vestuario hace que el Gobierno busque oportunidades de financiación para el sector: “El sistema moda tuvo colocaciones de crédito por 206.000 millones de pesos (Bancóldex) a 4.165 empresas en 2019. 75 % de esas fueron en el sector textil y confecciones”, dijo.
Desde el sector privado, el Banco de Bogotá puso a disposición una línea de crédito de desarrollo sostenible, que ofrece entre otros la exclusión del IVA a , equipos y maquinaria nacionales o importados para el control y mejoramiento ambiental.