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Como pocas veces, un codirector habló al término de la reunión mensual de la Junta Directiva del Banco de la República. El desborde de la inflación del rango meta del Emisor (4 por ciento) tiene dividido a los siete miembros que toman la decisión, en vista de que en los últimos 12 meses, a julio, se ubicó en 4,46 por ciento.
El codirector del Banco de la República, Carlos Gustavo Cano Sanz, rompió su silencio y le dijo en exclusiva a EL COLOMBIANO que está a favor de aumentar la tasa de interés de intervención porque le preocupa el actual nivel de la inflación. Además reconoce que no tuvo el respaldo necesario para que la tasa de intervención se incrementara.
“Como lo dice el comunicado, el promedio de las cuatro medidas de inflación básica (4,29 por ciento) subió por décimo mes consecutivo. Las expectativas de inflación de los analistas a uno y dos años y las que se derivan de los TES a 2, 3 y 5 años se incrementaron y continúan en la mitad superior del rango meta. Esto nos indica que hay un riesgo de que se desanclen las expectativas de inflación y si eso pasa, el trabajo para que vuelvan a anclarse será muy complicado”, explicó Cano Sanz.
El codirector agregó que el objetivo central de la política monetaria es mantener una inflación baja y estable. Y para lograrlo, la principal herramienta es la tasa de interés para anticiparse a los picos de crisis y recalentamiento económico, con el fin de que el crecimiento de la economía se mantenga en la dinámica deseada.
“Es mejor tener un aumento de tasa leve en este momento para reforzar el anclaje de las expectativas de inflación, en momentos en que la desaceleración de la economía no es tan acentuada, a que se deteriore el panorama y luego sea necesario un ajuste mayor. En eso consiste la anticipación de la política monetaria. En la decisión de hoy estuve a favor de un aumento de tasa, pero ganaron las mayorías, como dicen, dos cabezas piensan mejor que una y estaremos pendientes a la información disponible para ver qué pasa el próximo mes”, añadió el Codirector a EL COLOMBIANO.
Al final de la reunión más larga del año, el gerente del Banco Central, José Darío Uribe Escobar, dijo que la tasa de interés sigue en 4,5 por ciento.
Entre otras, argumento que el traslado de parte de la devaluación del peso a los precios al consumidor y la persistencia del fenómeno de El Niño pueden hacer más lenta la convergencia de la inflación a la meta, tanto por su impacto directo sobre precios y expectativas de inflación como por activación de mecanismos de indexación.
La otra cara de la moneda en la Junta Directiva del Emisor la presenta el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. Aunque no dijo públicamente su voto, lo dejó en evidencia en sus declaraciones a los medios.
“Sobre inflación, el país puede estar tranquilo, pues las expectativas de inflación están bien ancladas. Hay que advertir que los efectos del aumento de la tasa de cambio se sienten una sola vez por el alza de precios de los importados, pero eso no necesariamente genera inflación recurrente”, indicó.
Finalmente, sobre la devaluación del peso frente al dólar, que ayer superó los 3.100 pesos, la Junta Directiva decidió no intervenir el mercado para evitar que siga subiendo. “El ajuste de la tasa de cambio lo vemos necesario para transitar a un modelo menos dependiente del sector minero-energético”, puntualizó el ministro.
Comunicador Social-Periodista, especialista en Economía de la U. Javeriana. Editor de Economía.