El ingreso de mercancía por debajo del precio real preocupa a la industria del calzado y marroquinería.
Las cifras demuestran que mientras entre enero y octubre de 2017, 31,72 millones unidades de productos de marroquinería, como pueden ser bolsos y maletas, ingresaban al país con un precio menor a 2 centavos de dólar; en 2018, esa cifra ascendió a 46,03 millones, lo que representa 43 % y 51 % del total de productos de este tipo, importados en esos mismos periodos, respectivamente. Es decir ha aumentado de acuerdo con las cifras recolectadas por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian).
En este panorama, Luis Gustavo Flórez, presidente de la Asociación Colombiana de Industriales del calzado, el cuero y sus manufacturas (Acicam), aseguró a EL COLOMBIANO que le pedirá al Gobierno Nacional que extienda y ajuste las medidas que actualmente funcionan para proteger la subfacturación (ingreso de mercancía por pasos vigilados a menor precio del de referencia) del calzado y los textiles y confecciones al sector marroquinero.
“Acicam considera necesaria la definición de umbrales para neutralizar la competencia desleal en las importaciones de marroquinería”, aseguró Flórez. Beneficios para un segmento que hasta ahora ha mostrado tener una tendencia positiva, entre enero y noviembre de 2018: en ventas creció 11,3 %, en producción aumentó 5,1 %, aunque el empleo cayó -4,5 %.
Las medidas ya tomadas han servido para neutralizar el calzado que ingresa con un precio menor a un centavo de dólar, que según las cifras de la Asociación, pasó de representar el 2 % al 1 % del total de las importaciones, y en pares de zapatos varió de 611.808 unidades a 166.871.
El primer paso, según el líder gremial, es pedirle a la Dian una mayor desagregación de los productos marroquineros para saber efectivamente en cuáles se presentó este flagelo.
Luis Fernando Ramírez, vicerrector de investigaciones de la Universidad de la Salle, aseguró que es necesario combatir el contrabando que genera el ingreso al país de productos a precios irrisorios y “poner los niveles y umbrales de facturación mínima de un precio sobre el cual se deben poner los aranceles, es una medida efectiva para combatir este flagelo”; no obstante, la industria debe reconvertirse.