“China compite deslealmente, no respeta las reglas de juego, el gobierno subsidia las exportaciones, la energía, el gas, además, paga salarios que no están en el orden global y emplea menores de edad. Entonces, bajo esas condiciones de mercado es imposible competir”.
Así se expresó, Andrés Ramírez, director de la Cámara Colombiana del Acero (CamAcero), quien advirtió de los riesgos que corre esta actividad industrial en Colombia, que genera unos 8.000 puestos de trabajo.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el dirigente manifestó que el sector atraviesa una situación compleja debido a la sobreoferta de productos chinos, en particular tubos, que ya no ingresan a Estados Unidos por las medidas proteccionistas del gobierno de Donald Trump.
“Eso ha impactado al productor colombiano al enfrentarlo a una competencia desleal referente a precios y calidad. Razón por la cual el Gobierno nacional ha tomado medidas proteccionistas en lo referente a las barras de acero corrugadas, las cuales, desde CamAcero, nos parecen equitativas, puesto que reconocen la caída del precio internacional”, explicó Ramírez.
Pero no ocurre lo mismo con la tubería. Según el director de CamAcero, ese producto está llegando con dumping (práctica comercial de vender a precios inferiores al costo), y pese a que se le solicitó protección al Ministerio de Comercio, esta fue desmontada en abril.
“El Ministerio adoptó una medida antidumping temporal, la cual consistió en imponer un 20 % adicional a la tubería china. Además, se ejecutó una investigación administrativa que, una vez finalizada, sirvió para que se expidiera la Resolución 063 de abril 2 de 2019 desmontado la salvaguardia”, precisó.
Las conclusiones
Para los industriales del acero en Colombia resulta llamativo que, aunque la investigación administrativa iniciada el 23 de abril de 2018 por la Dirección de Comercio Exterior del Ministerio concluyera que se encontró práctica de dumping en las importaciones de tubos de acero de China, no se mantuvieran las medidas de protección para los productores locales.
Para los investigadores “no se observó relación causal entre las importaciones investigadas a precios de dumping y el daño experimentado por la producción nacional, dado que en el periodo crítico la demanda nacional descendió, al igual que las importaciones investigadas”, se lee en la conclusión general de la página 111 de la investigación.
Ante esta coyuntura, Juan Manuel Lesmes, director de la Cámara Fedemetal de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), declaró que en asocio con CamAcero se está buscando una revocatoria directa de la Resolución 063.
“La Organización Mundial de Comercio (OMC) permite que se tomen medidas que equilibren la cancha, pues pretendemos que los precios de esos productos correspondan a los valores de mercado. Es necesario aclarar que no pedimos una protección, lo que buscamos es compensar el bajonazo artificial que por la vía de subsidios y otros mecanismos tienen esas importaciones chinas.
Lesmes insistió en que la petición de la revocatoria directa se presentará esta semana ante el Ministerio de Comercio y estará sustentada con pruebas técnicas aportadas por los empresarios del acero del país.
Preocupación regional
La inquietud de la industria del acero colombiana también se replica en otras latitudes. La Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) precisó que durante 2018 las exportaciones chinas de comercio indirecto de acero hacia América Latina tuvieron un crecimiento de 17 %, llegando a 47.468 millones de dólares, y el volumen de acero en productos que ingresó desde el gigante asiático se incrementó 12 % frente a 2017, totalizando unas 6,8 millones de toneladas.
“China es un problema debido a todos los subsidios que recibe su industria. Esto generó una pérdida de empleo y de desarrollo industrial en otras partes del mundo donde la industria local no pudo competir”, comentó Máximo Vedoya, presidente de Alacero en un comunicado. Agregó que el mundo ha buscado defenderse de la sobrecapacidad mundial provocada por China, y los países han impuesto medidas para mitigar los efectos de este comercio injusto. Pero América Latina está retrasada en este proceso.
Según Alacero, Brasil y México fueron los principales consumidores de acero indirecto desde China y representaron el 56 % del total consumido por la región, es decir, 26.800 millones de dólares. A Colombia ingresaron 2.403 millones de dólares (ver ¿Qué sigue?).
En línea con lo expuesto por CamAcero y Fedemetal en Colombia, el vocero de Alacero dijo que el año pasado el consumo interno latinoamericano sufrió graves consecuencias derivadas de las incertidumbres causadas por las guerras comerciales y por las medidas proteccionistas globales.
“Como algunas partes del mundo reaccionaron contra el comercio desleal de China, el gigante asiático miró hacia otras regiones y América Latina se quedó como la preferida. Eso lleva a nuestra desindustrializacion”, concluyó Vedoya.
El entorno local
Al margen de los desafíos que impone la competencia china, la dinámica económica nacional tampoco está propiciando unas condiciones favorables para la industria del acero.
Según el director de CamAcero, el año anterior el sector tuvo un crecimiento de 1,4 %, pero la estimación era de 3 %. “Esto se debió a que la vivienda no va bien, las edificaciones no despegan, el Gobierno se ha demorado mucho en tomar políticas serias de construcción de Vivienda de Interés Social (VIS)”, declaró.
En el arranque de este segundo semestre, Ramírez espera que se reactive la infraestructura y que se consoliden y apliquen las políticas de vivienda, lo que redundaría en un impulso a la actividad constructora y, por ende, al consumo de los productos de acero .
La
8.000
puestos de trabajo genera el sector del acero en Colombia, según datos de CamAcero.