Al mismo tiempo que el Gobierno quiere desincentivar la extracción de carbón con un gravamen que pasaría de 67,9% a 90,1% (según el gremio), depende de este mineral en los mercados internacionales para obtener más recursos para la Nación.
Y es que gran parte de la reforma tributaria tiene que ver con este commoditie, ya que mientras aumentan considerablemente las ventas al exterior del carbón colombiano, la administración del presidente Gustavo Petro busca incrementar en 5% el impuesto de renta a la minería y en 20%, el gravamen a las exportaciones de este elemento.
Sin embargo, mientras se espera el desenlace de la tributaria, Colombia está sacando una ventaja competitiva al coletazo de demanda energética para la generación de electricidad que deja en Europa la guerra entre Rusia y Ucrania, que ya lleva más de seis meses, y que gracias a las exportaciones del mineral le han dejado al país casi tres veces más en ventas.
Lo anterior, sin contar que China, Vietnam, India y Corea del Sur también demandan el carbón colombiano.
Registros de exportación del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) indican que las ventas externas del mineral han crecido en casi un 300% en los primeros siete meses del presente año, en comparación con el mismo periodo del 2021 (ver gráfico).
De acuerdo a la entidad estadística, entre enero y junio de 2022, fueron exportadas más de 37 millones de toneladas que le dejaron al país poco más de US$7.100 millones. La cifra llama la atención si se tiene en cuenta que para el mismo lapso en el 2021, el país vendió al exterior 33 millones de toneladas que le representaron en ingresos a la Nación US$2.400 millones.
Lo anterior gracias a que el precio del commoditie en el mercado internacional ha registrado una variación del 272%, ya que el 3 de enero del presente año registró un precio de US$93,55 la tonelada, y el 29 de julio la cotización era de US$348 la tonelada; es decir que en siete meses el precio del carbón aumentó US$254 por tonelada.
En diversos escenarios, Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), ha reiterado que el mundo va a seguir demandando carbón para generación de electricidad y “en eso el carbón colombiano cumple un papel muy importante”.
Así mismo, el líder gremial también ha subrayado que el Instituto de Energía Mundial estima para 2040 que la producción de energía eléctrica va a seguir siendo en un 25 % derivada del carbón.
Conflicto Rusia - Ucrania
El verdadero cuarto de hora para el carbón colombiano y que le ha representado un mayor recaudo de recursos para le país por el aumento en los precios del mineral, se derivó de la decisión de las autoridades de la Unión Europea de embargar el carbón ruso como represalia a la invasión a Ucrania.
Según los registros de exportaciones del Dane, las ventas del mineral a Europa entre enero y julio bordearon los US$2.500 millones, siendo Alemania y Turquía los países que más carbón le han comprado a Colombia. En un tercer renglón aparece los Países Bajos.
El caso que más llama la atención es el segundo país (Turquía) cuyas ventas del mineral sumaron entre enero y julio de 2022 más de US$800 millones con una variación es del 105%, ya que las exportaciones reportadas para el mismo periodo de 2021 fueron cercanas a los US$390 millones.
Colombia también ha vendido el commoditie a otros países de la Eurozona como Bélgica, Italia, Reino Unido, Irlanda, Portugal, España y Francia.
Precios ayudan a producción
El aumento en la cotización del carbón en los mercados con crecimiento de la demanda ha permitido optimizar los costos de operación en complejos mineros como el Cerrejón.
Con el 60% de la extracción del mineral a nivel nacional, esta mina a cielo abierto en La Guajira llegó a una producción de 23,4 millones de toneladas de carbón en el 2021, pero gracias al aumento del consumo del mineral en Europa, y la variación al alza en el precio internacional del commoditie, se estima que para final de año se supere los 30 millones de toneladas.
Para Nicolás Arboleda, asociado de Energía, Minas e Infraestructura de Baker McKenzie, las sanciones no solo al carbón ruso, sino también al veto para el suministro de gas natural de este país impuesto por Europa, y con la llegada del invierno, “llevaron a varios países de esta zona a buscar oferta de carbón en el mundo, ya que necesitan reemplazar con urgencia al combustible fósil que venía suministrando Moscú desde hace años”.