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Dentro del desarrollo de las ofertas planteadas por Jaime Gilinski para adquirir porciones accionarias de las compañías del denominado Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) llama la atención el detalle de los porcentajes que ha buscado en cada transacción, apostando en ocasiones a que las participaciones vayan hasta con tres cifras decimales, como ocurrió en la primera OPA por Nutresa en la que apuntó por el 62,625%.
Parte de la explicación radica en que en el mundo corporativo se dan una serie de fenómenos que terminan influyendo en la toma de decisiones.
Es así como en las empresas del total de las acciones, en promedio, un 5% corresponde “al sueño de los justos”, es decir que está en manos de personas que no recuerdan que tienen los títulos, no van a las asambleas, o que se perdieron.
Alrededor de otro 5% se conoce como el de la nostalgia, el cual está asociado a personas a quienes solo les interesa recibir un dividendo y se niegan rotundamente a vender.
Desde esa óptica y dependiendo de lo que establezcan los estatutos de las empresas, ese tipo de accionistas son claves para configurar las mayorías para tomar una definición, pues una votación ya no estaría en función del 100%, sino del 90% de las acciones.
“Gilinski ya tiene identificadas esas mayorías, simples y calificadas, y en ejercicios reales se ha visto que una sociedad se pueda reformar con el 28% de las acciones o pedir la realización de una asamblea con el 20%”, explicaron los analistas.
De otro lado, si bien algunas fuentes consultadas aluden a que este embate podría ser una forma de “venganza”, otras aseguraron que la tercera ronda de ofertas lanzada por el banquero Jaime Gilinski por Sura y Nutresa no corresponden a ningún tipo de “venganza” en contra del GEA ni Bancolombia.
Así lo consideran quienes conocen la forma de hacer negocios del personaje caleño, señalando que “él ni siquiera es un empresario, sino un comerciante inteligente y audaz que vio unas empresas muy bien manejadas, con un estilo chapado a la antigua y con unas acciones que no eran muy líquidas”.
Tras la pandemia, según añadieron, Gilinski observó una gran oportunidad para ir por ellas, empleando herramientas de mercado como las OPA, que fue el mismo mecanismo que utilizó el desaparecido Banco Industrial Colombiano (BIC) para adquirir al Banco de Colombia en 1997 (una OPA preacordada).
“Este es un tema meramente de negocio, muy bien diseñado y dirigido hacia unas excelentes empresas que tenían unos precios muy bajos en el mercado, que cogió desprevenidos a sus directivos”, anotaron.
Tras una primera OPA por acciones de Sura que le permitió quedarse con el 25,3% de la propiedad, más el remate de una segunda oferta que de aquí al viernes debe definir la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) otorgando al inversionista, JGDB Holding, hasta un 6,25%, este acumulará en total un 31,5%.
Con las pretensiones de la tercera oferta, hasta otro 6,5%, Gilinski podría alcanzar el 38,05% de la propiedad de la holding financiera, pagando US$9,88 por cada acción. En este contexto, la transacción implicaría el pago de un monto total entre $940.000 millones y 1,17 billones.
En el caso de Nutresa, la sociedad Nugil de Gilinski ya adquirió el 27,7%, y con la segunda OPA que está pendiente de adjudicación habría accedido a otro 3,11%, totalizando el 30,81%.
Elevando el precio por cada acción del conglomerado de alimentos paisa hasta US$12,58, la apuesta es comprar hasta otro 12%, y crecer su participación a 42,81%.
En la tercera OPA por Nutresa, Gilinski estaría pagando otro monto alto, que oscilaría entre $2,16 billones y $2,70 billones. Es decir, que sus inversiones en estas dos nuevas ofertas estarían entre $3,1 billones y $3,87 billones.
Tras Gilinski anunciarle al mercado sus intenciones, las especies de Sura y Nutresa tienen suspendidas las transacciones en la bolsa colombiana, a la espera de las autorizaciones que debe impartir la Superintendencia Financiera, y se conozcan los avisos y cuadernillos que exigen las normas.
Adicionalmente, ante la BVC las firmas JGDB Holding y Nugil radicaron los respectivos proyectos de garantía para participar en las OPA de acciones ordinarias de los grupos Sura y Nutresa (ver gráfico).
Vale anotar que de cara a las próximas asambleas ordinarias de accionistas citadas por estas compañías, las participaciones accionarias de Gilinski le permitirán recibir dividendos por $249.400 millones, de ser aprobadas las propuestas que en ese sentido se presentarán.
Otros observadores insisten en que el apalancamiento de Gilinski es impresionante, y prueba de ello es que ya tiene participaciones minoritarias relevantes.
“Estas compañías, Sura y Nutresa, de forma consolidada tienen un gran interés, pero desagregadas mucho más por ser más especializadas. En el caso de escindir a Colcafé, Nacional de Chocolates o Noel y ponerlas a cotizar en bolsa, estas resultarían muy atractivas para terceros”, comentaron las fuentes, al sugerir que en ese escenario grandes multinacionales podrían sentirse tentadas a comprarlas.
De esta manera los esfuerzos hechos en el pasado para consolidar a estos conglomerados, habrían sido en vano