Una reducción de 21.278 hectáreas observó el área agraria en Antioquia según la más reciente Encuesta Nacional Agropecuaria, elaborada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la cual fue publicada el fin de semana, y que mostró que la extensión de tierras dedicadas a esa tareas bajó de 290.627 hectáreas en 2016 a 269.349 en 2017.
En contraste, el área dedicada a las actividades pecuarias (ganadería) subió de 2,9 millones de hectáreas a 3,3 millones, es decir que contabilizó 427.811 hectáreas más (ver gráfico e Informe).
Para Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), el terreno ganado por las actividades pecuarias está explicado en parte por la aceleración que observan negocios como la avicultura, la porcicultura y la ganadería de leche. “Estos son sectores que muestran una tasa de crecimiento mayores al 3 % o 4 %, debido a que en los hogares hay mayor demanda por las proteínas de origen animal”.
El dirigente añadió que la expansión de la clase media y la fortaleza de las campañas de los gremios y las empresas también le han dado un impulso a la comercialización de estos productos.
A su turno, Rafael Hernández, gerente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), comentó que la poca inversión en infraestructura como vías terciarias, distritos de riego o reservorios de agua, hace que la frontera agrícola se frene o se reduzca.
“Nuestra agricultura no es competitiva. Nada se ganan los productores con querer sacar más volúmenes o desarrollar investigación, si no hay adecuación de suelos, agua o vías de comunicación. Así es imposible aprovechar el potencial agrario”, añadió.
Desde la gerencia de la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa), Germán Palacio Vélez, manifestó que en las zonas productoras de este tubérculo se nota una disminución de los cultivos frente a la ganadería, principalmente en Cundinamarca.