El ascenso de la inflación en el segundo semestre de este año y, en particular, el nivel que alcanzó en noviembre de 5,26% para los últimos 12 meses, llevaron a la junta directiva del Banco de la República a aplicar una nueva alza en su tasa de intervención de 2,5% a 3%, la tercera en los últimos 3 meses.
En ese contexto, el Emisor también consideró que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerrará este año en 5,3%, admitiendo que las expectativas de inflación han aumentado y, ahora, se ubican por encima de la meta de 3%, incluso a mediano plazo, por lo que estimó que la inflación para 2022 será de un 3,7%.
La decisión de aumentar la tasa de interés fue dividida, con 4 miembros a favor de un incremento de un 0,5%, y los restantes 3 abogando por un alza de 0,75%.
María Claudia Llanes, economista de BBVA Research, explicó que este hecho hace pensar que la junta está abriendo la ventana a un ajuste de tasas, por algunas reuniones, más acelerado y pronunciado frente a lo visto hasta ahora, posiblemente llegando a 3,5% en el primer bimestre del próximo año.
La decisión de la junta estuvo alineada con los resultados de la Encuesta de Opinión Financiera que esta semana presentó Fedesarrollo en la que el 86,7% de los analistas consultados apostó por un incremento hasta 3%.
Dinámica externa
Por su parte, Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, anotó que estamos experimentando incrementos en los precios que de cierto modo están obedeciendo a tendencias internacionales.
En la medida en que los fenómenos externos puedan generar efectos de indexación o una prolongación en presiones a otros precios que no deberían estar afectados, el Banco seguiría incrementando sus tasas de interés, probablemente durante el primer trimestre del 2022.
“Por el momento lo que podemos distinguir es que el nivel de 3 % en la tasa de interés continúa siendo un nivel bajo que ayuda a la recuperación de la economía colombiana y que muestra que progresivamente está saliendo de la peor parte que nos dejó la pandemia”, agregó Piraján.
Analistas de Davivienda, a su turno, recordaron que en la reunión del pasado 30 de septiembre la junta fue unánime en su propósito de iniciar un proceso de aumento de tasas de interés y, en ese momento, elevó por primera vez en 14 meses su tasa (ver gráfico).
También destacaron que el proceso de normalización monetaria que viene haciendo el Banco de la República se está ejecutando simultáneamente por parte de otros bancos centrales en países emergentes.
En efecto, los avances en inflación, no solo local sino a nivel global, el encarecimiento de los costos de transporte y de las materias primas, sumado al ajuste de los salarios para el siguiente año, acordado esta semana en 10.07%, también habrían sido un factor clave de las decisión adoptada en el encuentro de ayer.
¿Ajustes del 0,5% o 0,75%?
Faltando más de un mes para la primera reunión de junta del nuevo año, algunos analistas apuestan porque los incrementos de tasas próximos meses se harán de a 50 puntos básicos (0,5%) por reunión decisoria de política monetaria. Así las cosas, tras la tasa de interés de cierre de este año de 3,0%, está alcanzará un 4,5% hacia mediados del año 2022.
Otros expertos sostuvieron que la inflación no ha llegado a su punto más alto y es probable que llegue a 6% para el primer trimestre de 2022.
Esto, sumado al cierre de la brecha de producción, el déficit de la cuenta corriente y los ajustes de la Reserva Federal de los Estados Unidos, puede originar que el Emisor acelere el incremento de la tasa de interés en 75 puntos base (0,75%) para sus reuniones de enero o marzo del año que viene.
Felipe Klein, economista de BNP Paribas, prevé que, para finalizar el 2022, la tasa de interés llegará al 5,25%, es decir por encima de las expectativas del consenso de los analistas del mercado que está en 4,75%.
Otros están convencidos de que tras la división surgida ayer, en las próximas reuniones habrá algunos miembros de la junta directiva que seguirán votando por incrementos de 0,75%, propuesta que estuvo sobre la mesa ayer (ver Opinión).
La tasa de intervención de política monetaria es la tasa de interés mínima que el Emisor le cobra a las entidades financieras por los préstamos que les hace, por lo que estos ajustes se reflejarán más adelante en las tasas de los créditos que la banca otorgará a las personas y a las empresas.
3%
tasa de interés fijada ayer por el Emisor. El ajuste aplicado fue de 0,5%.