Con un salario mínimo mensual (644.350 pesos) un colombiano podría comprar 107 kilos de carne de cerdo o 97 kilos de carne de res o tal vez, aprovechando su menor valor, 170 kilos de pollo o 2.852 huevos.
Capitalizando la ventaja del precio es que la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi) busca motivar e incentivar el consumo de esta proteína animal a niveles de 45 kilos per cápita, como en Brasil.
Andrés Valencia, presidente de Fenavi, sostiene que en el país hay espacio para seguir la expansión.
¿Cuáles son las cifras de esta actividad?
“Este es uno de los sectores más grandes del campo en Colombia. Si se suma carne y leche, esto podría ser más grande que la avicultura, pero ni el café, ni la producción porcícola, ni la de flores, ni el banano, ni la palma la superan. Esta actividad representa el 40 por ciento del sector pecuario y el 16 por ciento de la industria agropecuaria, y genera 400 mil puestos de trabajo”.
Y, ¿cuáles son las metas de crecimiento este año?
“La apuesta es producir 1,4 millones de toneladas de carne de pollo y 12.000 millones de huevos, lo que equivale a otras dos millones de toneladas de proteína. No hay otro sector que produzca algo así. Esa sería una producción de 8,5 billones de pesos. El año pasado el sector creció un 5,6 por ciento y en los primeros tres meses de este año el crecimiento fue de 6,4 por ciento. La proyección este año es crecer un 4 por ciento, aproximadamente, en producción”.
¿Están dadas las condiciones para lograr esas metas?
“Tenemos algunas preocupaciones y una de ellas es la devaluación. Hace un año el dólar costaba un 44 por ciento menos y eso implica que un sector que importa todo el maíz y soya que necesita, automáticamente siente el impacto y ese alimento representa el 70 por ciento de los costos de la avicultura”.
Vienen alzas...
“El maíz del primer trimestre ingresó sin arancel gracias al contingente del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, ese era un cupo de 2,3 millones de toneladas. Ahora toca traer 1,7 millones de toneladas que llegarán más costosas debido al arancel del 17 por ciento y de la tasa de cambio del dólar en Colombia, así que en este segundo semestre los costos de producción van a aumentar en un 30 por ciento”.
Es decir, ¿subirá el precio del pollo y el huevo?
“Es probable, pero no sabemos el momento ni la proporción”.
Durante la negociación del TLC hubo mucha preocupación de la industria avícola, ¿qué pasó?
“No ha pasado nada. Las importaciones, revisando los números, se han mantenido. En 2010 llegaron 31.870 toneladas, en 2011 fueron 28.986 y en 2012 alcanzamos 31.855 toneladas. En 2013 y 2014, con el TLC en vigor, el volumen fue de 34.000 toneladas, por año y en el primer trimestre de este año llegaron 6.793 toneladas. El gran temor era que Estados Unidos nos iba a invadir con los cuartos traseros de pollo, pero lo que es claro es que el TLC no ha tenido mayor impacto”.
Es decir, fue más el escándalo previo que el impacto real del TLC...
“Existe un temor. El año pasado el contingente autorizado era de 29.250 toneladas y solo se utilizaron 5.408 toneladas, pero lo cierto es que hay contrabando técnico. Estimamos que eso llega a las 20.000 toneladas, es decir dos terceras partes del contingente”.
¿Qué está ocurriendo?
“Eso pasa por la nariz de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian). Para tener derecho a participar en el contingente y no pagar arancel, el importador debe someterse a una subasta y pagar un derecho. En la clasificación arancelaria colombiana la pechuga, el ala, la pierna y la rabadilla tienen la misma condición, lo que quiere decir que hay una ambigüedad y se puede traer pechuga como si fuera un cuarto trasero”.
¿Cómo le fue a la avicultura con la reforma tributaria?
“Esa es otra preocupación. El Impuesto a la Riqueza le costará al sector 92.000 millones de pesos. Esta es de las pocas actividades del campo que es formal, debido a que se produce un bien que no paga IVA y eso hace que las cuentas sean claras. Pero esos 92.000 millones son solo el Impuesto a la Riqueza, faltan otros tributos como Renta, Prediales, Industria y Comercio, así que la carga llega fácilmente al 70 por ciento”.