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Las tensiones entre Estados Unidos y China que afloraron una vez más entre jueves y viernes, tras el encuentro de funcionarios de esos países en Alaska, dejan de manifiesto que América Latina y el Caribe podrían sacar provecho al fortalecer sus cadenas de valor regionales y beneficiarse del fenómeno del “nearshoring” o relocalización.
Y es que mientras estadounidenses y chinos sostenían el primer diálogo “duro”, en tiempos del mandato de Joe Biden, los países socios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) analizaban en Barranquilla las posibilidades que abre el hecho de que las empresas globales, asentadas en China, hayan comenzado a replantearse dónde ubicar sus cadenas de suministro.
Vale anotar que las relaciones entre las dos potencias se deterioraron de forma drástica durante el gobierno de Donald Trump (2017-2021) con colisiones en planos como el comercial, el diplomático o el tecnológico, y aunque Biden ha prometido otro enfoque, su Gobierno no parece tener prisa por poner fin del todo a sus conflictos con Pekín.
Ya hay interés
En ese contexto, el presidente Iván Duque, aseguró el viernes que Colombia ya se ha aproximado a una multiplicidad de empresas norteamericanas, sin precisar cuáles ni cuántas, para mostrarles el por qué “Colombia es un lugar ideal para desarrollar esos negocios cercanos a los Estados Unidos”.
Al intervenir en uno de los seminarios virtuales de la asamblea del BID, que se clausura hoy en Barranquilla, Duque sostuvo que “el solo hecho de traer entre un 1 % y un 5 % de la inversión y la capacidad de producción industrial que tienen los Estados Unidos en Asia hacia Colombia puede generar más de 300.000 puestos de trabajo de manera formal”.
Por su parte, el ministro de Comercio, José Manuel Restrepo, precisó que sectores como el de alimentos procesados, petroquímica, oleoquímica, farma, tecnologías de la información y moda, entre otros, tienen posibilidades y oportunidades a través de la relocalización, para aprovechar mucho más y mejor, el acceso preferencial que tiene el país a más de 1.500 millones de consumidores en el mundo por medio de 17 acuerdos comerciales vigentes.
“Los empresarios y los emprendedores tienen la enorme oportunidad, el reto y el desafío, de aprovechar la ruptura de las cadenas de proveeduría en el mundo. Esto nos abre, a partir de la relocalización de empresas, mercados gigantescos que antes nunca hubiéramos podido imaginar”, manifestó el funcionario.
A comienzos de este mes, Procolombia informó que trabaja activamente para fomentar la relocalización de operaciones de compañías en Colombia, y que ha contactado a más de 660 compañías internacionales de las cuales 118 han manifestado que considerarían a Colombia como destino de nearshoring.
En esa línea, el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, comentó que “América Latina y el Caribe debe hacer un esfuerzo para lograr una mayor integración regional que, a su vez, le permita insertarse de manera más eficiente al mundo”.
Y resaltó que Colombia tiene un fuerte potencial en sectores de la industria farmacéutica, manufacturas e insumos para calzado, prendas de vestir y textiles, y la industria automotriz.
Recursos para este año
Durante la Reunión Anual de Gobernadores, el BID firmó una carta de programación con el gobierno de Colombia por 1.250 millones de dólares, recursos a aprobarse en 2021, para contribuir a la recuperación económica, sostenible e inclusiva del país.
El dinero se destinará a financiar el Presupuesto General de la Nación de este año fiscal, incluyendo apoyo específico a proyectos de inversión en temas de transformación digital de la justicia, logística y esquemas de asociaciones público-privadas.
Así mismo, se reconocerán los esfuerzos de política pública que está emprendiendo Colombia en migración y crecimiento sostenible. Y se financiarán iniciativas en la Contraloría General de la República, Colpensiones y Bancóldex.
“El BID es para Colombia un socio fundamental para acceso a financiamiento y asistencia técnica. Siempre priorizamos en nuestro diálogo bilateral iniciativas estratégicas para el desarrollo de nuestro país. Este año será fundamental su apoyo para avanzar en la agenda de reactivación económica y el programa de créditos que formalizamos, con cargo a la ventanilla pública, así lo refleja”, señaló Alberto Carrasquilla, ministro de Hacienda.
Entre los proyectos en proceso de preparación se destaca el programa de apoyo presupuestario por 600 millones de dólares para impulsar la agenda de políticas públicas de crecimiento verde y desarrollo sostenible de Colombia (ver Dicen de...).
Este esfuerzo representará un hito inédito debido a que será la primera vez que con una operación de esta naturaleza se logrará articular un diálogo de políticas de manera simultánea y coordinada con otros cofinanciadores, lo que permitirá alcanzar un monto de financiamiento conjunto de cerca de 1.200 millones de dólares